miércoles, 23 de mayo de 2018

Tu nombre...

Susurrando, pasan las olas de un mar ya en calma
Susurrando van dejando entre algas y caracolas,
Tu nombre…

Impronta perecedera, sobre la arena tu nombre queda,
Para luego ser borrado por la espuma
Sudor salado, devenir de corona de una tierra yerma que ya no da nada

Susurrando va en el viento, a la vez que mis labios te pronuncian
Susurrando en fina lluvia, se va posando sobre altos cerros,
En verdes valles…

Y por surcos rotos viaja hasta formar charcas
Donde crecen berros y otras plantas

Susurrando queda la ira contenida,
Susurrando la vieja herida,

Gime pues…
Lengua de sangre diluida al mezclarse con la lluvia
Que sin querer te pronuncia,
Cambiando a su paso las blancas rosas en carmesíes
Piedra que cae y salpica el aire vistiendo a  la amapola

Cinturón blanco de engañosa pedrería,
Prendada la mirada, de ese ojo, que en la duerme vela
Vislumbra la inmensidad de un espacio,
Donde la noche argenta delata,
Las viejas piedras antidiluvianas que en el cielo flotan,

En loca carrera, luces de viejos mundos desaparecidos,
Titilantes, a más nerviosos,
En movimiento engañoso,
Mundos que ya no viajan
Pues estático queda, aquel que alguna vez albergó vida

Más es la matemática de tu nombre simple
Que celoso guarda las ecuaciones de mis cuitas,
La que mide la distancia,

Es  tiempo que tarda el viento en susurrar tu nombre
Y es cuando ya devuelta…
Casi inaudible el eco, en supremo esfuerzo te nombra

Si mi canto en algo ofende
En un susurrar, a tu perdón me acojo,
Setenta  veces siete
Todas mis  faltas, mis posibles ofensas, las salidas de tono
Los días locos, aquellos que por simple desidia de mi espíritu
No te nombro
Pero que el aire que expulsa mi boca
Traiciona en susurro tu nombre, que  lento escapa
Dejando un suave tacto  de seda que apenas mis labios atrapan

Y solo a finos oídos llega,
A quien en el corazón…
Guarda en el rumor de la primera ola,
La primera gota de agua,
El primer ínfimo rayo de luz,

Lámpara viajera en busca del la persona buena que tal honor ostenta,
Pues no hizo nada para ganarlo,
Tan solo boquear,
Llorar un poco con el primer golpe de oxigeno
Que viaja a tu delicada caverna,
Movimiento de nana que mece la vida
Y es, medida exacta del tiempo transcurrido
Manillas de un corazón
Segundero desbocado, por donde la vida fluye
Hacía los cuatro puntos cardinales de tu incipiente cuerpo

Con la mirada perdida en el horizonte tras esas nubes marcha
El susurro de tu nombre...

                                                           Mujer
                                                                                                      

                                                                                             Epi

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