martes, 20 de enero de 2015

“EL VENDEDOR DE SUEÑOS…”



“EL VENDEDOR DE SUEÑOS…”
Me llegó su canto perdido en el aire, envuelto en el polvo de las estrellas
Pero, no quien emitía tal canto
Su pensamiento de hoja en hoja,  viaja ligero
Pero, no  el pensador
Me llegaron las risas de niños entrecortadas, fundidas con los primeros rayos de la mañana
Pero, no vi a los niños que reían

Me llego una vieja historia, de seres plantados como árboles, que lentos hermoseaban sus primeros brotes, preparando sus mejores galas para la primavera, la historia de aquellos que los cuidaban, que regaban y podaban sus excesos. Es la historia de esos cuidadores de plantas que moldeaban los paisajes a su gusto, como ellos pensaban que deberían de ser. Tenían ese cometido y  lo realizaban sin ningún respeto, mecánicos de  las voluntades ajenas, esclavos de otros hombres que les mandaban.
Y cada cuatro años, hermoseaban los parques y las aceras, las fuentes volvían como por arte de magia, a cantar alegres y filtrar la luz, haciendo de la mañana un hermoso abanico de colores. Entonces llegaban ellos, hablaban a las plantas hombre, con delicadeza, susurraban las cosas que seguro de sobra sabían que les gustaría escuchar, las promesas envueltas en voces aterciopeladas, las curas a sus dañadas cortezas. A cada uno lo que deseaba…
El rosal hace gala de su atrincherada belleza,
El clavel esparce en la brisa su aroma a clavo  
Las blancas gardenias perfuman la tarde con su olor a canela,
A arroz con leche,  viejos sabores y aromas pasados.
Era como si de pronto, todo volviera a esa normalidad de la que un día nos caímos. El verde alfombrado, invadía por  doquier, todos los jardines, guirnaldas de colores, farolillos, fotos de rostros amables, en paredes, en vallados kilométricos, fotos en las farolas.
Rozar de manos polutas, en la apariencia.
Por un día estas plantas hombre, podían andar,
Por un día parecían hasta mandar.
Ellos sabían como hacerles sentirse importantes, como susurraban sus nombres para que no dudasen.
Luego llegada la noche, todo volvía a empezar…
Las plantas hombres volvían ha su monótono existir, los operarios iban en su busca para recogerlas, dejándolas sobre las aceras, en los fríos parques, en los invernaderos amontonadas sin ton ni son, volvían a los arroyos, a delimitar los arrabales, entre lo falsamente prospero y lo verdaderamente humilde. Otra vez al ostracismo, a la inmovilidad, ha echar raíces profundas de desencanto.
Brotando aquí y allá, las malas hierbas, los cardos, las trepadoras del poder, oscureciendo las conciencias, campeando a sus anchas por los viejos caminos, ocupando los sitios que falsamente dejaran para este señalado día…

He visto los valles de frágiles amapolas
Arrolladas por aludes de grandes piedras,
Hasta formar un río arrastrado por el viento,
De un millar de gotas sanguíneas, correr arroyo abajo.
El mimo que les dieran, ha sido cambiado por la desidia,
El abandono invade la ciudad y mi pueblo
He visto las grandes masas de plantas hombres, otra vez quietas,
Con la libertad cercenada,
Los altos setos, ocultan las traicioneras alambradas
Que en la noche desgarran los cuerpos de ébano,
Frenando su loca carrera por la supervivencia
He visto como los moldeadores de conciencias,
Arengan desde sus pulpitos, como echan a la pelea, como si de gallos se trataran.

Escucho en el viento las viejas consignas que se amplían de hoja en hoja, de árbol en árbol.
Es la vida que se para, que languidece en un largo letargo,
A la espera de que pasen otros cuatro fatídicos años.
Es la seudo libertad, que por unos momentos nos parece plena,
Pero tan solo es el falso despertar de las conciencias que por unos instantes volvieron a la vida…
Y caigo interminablemente, un calambre hace que mis miembros bruscamente se destensen, un sudor frió recorre mi espalda… suena enloquecido el jodido despertador, solo ha  sido un sueño
Una pesadilla, dormido aún miro mis pies entrelazados de raíces, turba y lombrices, sacudo mi cabeza y todo desaparece…
¡Hoy me siento bien, importante!, hoy mi opinión cuenta. y cuenta para decirte que no pienso volver, porque tu nombre, vi en un papel y corriendo lo cambie, por otra bocanada de esperanza, por ver si los tiempos cambian… simplemente andar libre, ahora que ya nadie me manda…
Hoy por fin soy yo el jardinero, el operario, por fin hoy he podado tu desmedida arrogancia,  por fin he puesto freno a tus ansias de poder… hoy por fin ya no eres nada, tan solo un frío otoño que arrastro tu memoria, difuminándola en la noche de los tiempos… ¡Hoy por fin perdí el miedo y recobre la esperanza….
                                                                                         
                                                                                                    Epi

martes, 13 de enero de 2015

Amigo Sancho, con los Dioses hemos topado.... ¿Y donde los Hombres y Mujeres, hemos quedado?



Si de creencias trata el valor de la vida, puestos a creer, me quedo con el Olimpo de los dioses griegos…  peña maja que se dignaba a bajar hasta donde habitaban los mortales, mezclarse con ellos en el más amplio sentido de la palabra y encima si eras todo un fenómeno, no dudaban en reclutarte como Semidiós, o ser semidiós por el simple capricho de que algún-a, dios-a le hubiera dado por encapricharse de un pobre mortal y le tirara los tejos acabando la cosa en dos, uno. No tenias ni que morirte para recibir tan altos honores.
Luego llego la razón y dejo bien claro que aquello que no se puede demostrar no existe, si no palpas, sino degustas, sino eres capaz de mantener una comunicación con ese ser, que se sale, de lo omnipotente que es. Sencillamente, pasa a ser una cuestión de fe, de cultura y de falta de razonamiento.
Si no crees, si no compartes las mismas ideas, eres candidato a reunirte con el díos de turno, de un navajazo, de un tiro, por medio de recibir ostias hasta en el paladar de la boca o como ultima y máxima expresión, subir a los carteles y a las protestas convertido en un millón de trocitos esparcidos por toda la ciudad.
Si seguimos sin separar las cosas mundanas, como la rutina diaria, la política y la cultura de las cosas del espíritu, ¡muy pero que muy mal! nos han de ir las cosas. Si no entendemos las religiones como códigos o guías de conducta, voluntaria. Si somos capaces, de no haber evolucionado en lo espiritual como en la lo terrenal a la misma velocidad, mal muy mal lo llevamos y a la vista esta, que saldamos nuestras dudas de fe y mala interpretación a base de violencia, de intransigencia y a costa de las debilidades del personal, que no tubo acceso a la educación y a esos otros que si tuvieron pero que no se les pego nada en el magín.
Uno que es bastante ignorante en estas materias del espíritu (por qué no decirlo, agnóstico que no apostata, porque para lo segundo, primero tienes que haber abrazado la fe voluntariamente para más tarde renegar de la misma)  que no es mi caso… pues existe la insana costumbre en mi país, por lo menos cuando yo era pequeño ( que ahora soy bajito) de bautizarte por norma y casi obligación, criado en parte con monjas, que si o si hacías la comunión para más tarde vender mi impuesta fe y reafirmarme en la confirmación a cambio de una cena, un bolígrafo  Inoxcron y un libro del cual aun recuerdo el titulo “El almuerzo desnudo” de un tal William S. Burroughs.
Pero entiendo que eran otros tiempos, veníamos de donde veníamos y automáticamente pasabas a engrosar la fila de” la fe de tus mayores”.
-Si revisamos el éxodo en el antiguo testamento del pueblo Judío. Cuando el Yahvé les promete una tierra de leche y miel, a mi entender les esta diciendo que cualquier sitio de este vasto planeta es bueno para instalarse, lejos de aquellos que les esclavizan y lo de andar 40 años por los desiertos, creo que se debe a que no tenían GPS o se le había ido la pinza al guía del grupo. En fin que la tierra en su conjunto, si quisiéramos entre todos, es perfectamente esa tierra prometida de leche y miel…
- Si tiramos por el Nazareno, lo único que tengo claro en sus charlas, es el amor universal, el compartir y no atesorar, pues al fin de cuentas cuando entierras la cuchara no te puedes llevar nada material, pues donde marchas no hay nada y de momento diremos como dicen los científicos. “la energía ni se crea ni se destruye, tan solo se transforma “y somos pequeños cuerpos rebosantes de energía. Y esa otra máxima de “Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios” o lo que es lo mismo, religión y estado han de ir por separado y no mezclarse. Porque la religión ha de ser algo que eliges voluntariamente y con conocimiento y el Estado, el Reino o el partido que te gobierna, ha sido impuesto, o elegido, si estas en una democracia o ya estaba cuando llegaste. Vamos, lo que se viene llamando la división de poderes pero en este caso incluyendo la religión…
- y como último en el orden, en este caso hablamos del Islam o los que profesan el Mahometismo, a su favor decir y que me quedo con eso de “por el conocimiento y el estudio, que engloba todas las ciencias y el conocimiento del mundo y del hombre, conocerás a Dios”.

Es simple si aceptamos, que el mundo es de todos y para todos, que hay que practicar más el amor al prójimo, ser más solidarios, buscar el equilibrio y la igualdad entre todos los pueblos y naciones y dejarnos de rapiñar por la fuerza o el engaño a primeros, segundos y terceros mundos, para ser todos uno. Y sin olvidarnos del último que es el estudio, la ciencia el conocimiento, las artes, la poesía etc.…  
Si nos quedamos con estos conceptos, y pasamos de los que están como cencerros y que mal interpretan o no han evolucionado al ritmo que requiere la vida. Creo que todo andaría un poco mejor, y no tendríamos que asistir a las barbaridades de la intransigencia y ese estar enfadado con la vida, porqué piensas que no te ha tratado bien y nada más que echamos las culpas al vecino o la forma de concebir el mundo, tan distinta y variada.

Pero me van a perdonar que yo siga prefiriendo a los Dioses del Olimpo, a esos griegos tan espabilados y letrados de aquella época, que supieron humanizar el espíritu, que explicaron los males que acucian al hombre y a la mujer, eso que hoy llamamos complejo de tal o complejo de cual “Electra, Edipo, Narciso, Diógenes o el más cacareado en los últimos años el Síndrome de Ulises. Ven es sencillo, creamos dioses, como creamos fabulas y es que nuestras frágiles mentes necesitan de estos apoyos para poder conocernos a nosotros mismos mejor.

Lo dicho, a los pueblos del libro… sigan todos de Diáspora y aparquen donde les apetezca, amen por encima de todas las cosas, igualen a todos en armonía, dedíquense más al estudio y las ciencias en beneficio de todos y déjense de “Querer tanto, porqué querer, es lo contrario de amar, por si no se habían dado cuenta”
Querer, tan solo es desear y poseer, por eso el Nazareno bogaba por el amor universal y el respeto, por ser uno el que decida su camino y no el vecino….
Y a ver si conseguimos entre todos que La Palestina ocupada e Israel sean de una vez por todas, una tierra generosa, una especie de Naciones Unidas, donde confraternizar, un crisol de las tres religiones y culturas en Paz y armonía… “¿Utopía?... por algo habrá que empezar, ¿no?
                                                                                                          Epi
                                                           ¡¡  Como siempre Buen día y sean moderadamente felices!!

sábado, 3 de enero de 2015

"Antes que la indiferencia nos diluya" Don Quijote de la Mancha



Un reflejo de plata bruñida, cuencas oscuras como la noche, salpican la abollada armadura del caballero, espada en vaina, reposa sobre la empuñadura el cansado brazo, mientras la derecha sujeta la adarga, alza los ojos y suspira.
Una lagrima furtiva rueda, perdiéndose en el espeso bigote, barbilla temblona que más de un golpe aguantara, enjuto, pena su última promesa y en su loco desorden solo tiene palabras para ella. Su amor su único y sufrido amor, el elixir necesario para aguantar tanto, en su abrumadora pelea, de años cansados de eterno batallar, ya sea con la espada o con el verbo, de juiciosas palabras en tan disparatada cabeza, sopesa el tiempo y no lo da por perdido, que si algo tiene este caballero es su persistencia, su libertad y ese libre albedrío que le dio por impartir justicia y cantarle las cuarenta al siglo, que  aún siendo de oro, mucho de estaño y cobre había debajo de tanta atrezo.
Balance y más balance, dudas por doquier, que la gente no quiere saber, la justicia por la vía de en medio, que el último corregidor del reino ya partió por desavenencias con los ministros del reino…  Que estará haciendo ahora la amada…piensa e imagina, que nerviosa espera la carta de su amor desconocido que en cada paso la ensalza por encima de lo divino, por encima de lo humano, solo la luna por testigo de sus cuitas, celosa se oculta tras las blancas brumas que su luz lechosa atraviesa y traviesa ella guiña el ojo a la aurora que esta presta por aparecer y dar su merecido relevo a tan alta señora, pss… le dice, mira la soledad más absoluta, mientras lento el caballero, deposita el yelmo o bacía, aquella que arrebatara en su loco guerrear a ese pobre barbero.
Yelmo de Mambrino, cabeza de gigante mordida el ala por que tuvo que pagar cuando los cuartos no le llegaban, trozo dorado que tantos golpes llevara, para algo sirve ahora, sino para llenar la desnutrida España de algo más que pan duro, queso rancio y vino aguado, que el hambre no entiende de pan duro, pero si de frustraciones, de vergüenzas ajenas de cabezas gachas, sin orgullo y mucho miedo. 
Ve como almas en pena el regreso de muchos que partieron, traen la alegría del reencuentro con la familia y los amigos, con el pueblo, la ciudad o el barrio. Los olores que creían haber perdido. Llegan distintos cambiados,  a algunos la aventura del dorado les ha salido redonda y otros siguen luchando, más si cabe aún, que en su patria. Pero no nos engañemos, la gran mayoría ya no quiere estar aquí, rehicieron sus vidas fuera, sumando a su equipaje la experiencia adquirida, otros lugares y otras gentes. Nada en contra de los que quedaron pero miran con desconfianza a esos que hoy denominan casta, sin respeto, porque no lo merecen, no lo han ganado.
Tiembla el caballero, se le parte el alma y el corazón se le hiela de desamor, le cuesta mantener su empresa, su duro batallar, porque es duro luchar cuando los mejores y los necesitados abandonan para poder dignificarse en otras latitudes. Y se da la vuelta y maldice a esa oligarquía de inútiles paquidermos, que no han dudado en vaciar las arcas, ni un maravedí en el fondo del baúl.
El pueblo arropa al pueblo, se solidariza con sus iguales, se acercan fechas complicadas y si hubiera buen Dios esto no hubiera pasado, pero es lo que tienen las quimeras, el mito del todo poderoso. Que es inventado, es puro pensamiento y este mal empleado, mal entendido, perjudica más que beneficia. Las casas de salud abarrotadas, los galenos desaparecidos. La santa hermandad desaloja de las casas a sus inquilinos por deudores, deudores que no llegan a terminar ni la primera quincena del mes, deudores que ponen al desamparo de la calle con los bártulos los hijos y los abuelos. Que pérdida de razón, que pérdida de lo más fundamental, de orgullo, de reivindicación, como Santa Compaña vagan por las calles, mirando los escaparates, las casas de los que pueden y es tan lacerante que la propia casta, los voceros del reino, los escribanos y los propietarios de la imagen, miran hacia otro lado, que esta noche ellos si estarán a buen recaudo, protegidos y prometiéndose felicidad, mucha felicidad envilecida. Grandes de España, sin vergüenza ni perdón…
Quita el caballero su peto y su espaldar, y de su camisola se descuelgan la igualdad, el respeto, la solidaridad,  los demasiados justos, pagando por tan reconcentrados pecadores… Picaros en un país donde se aplaude la picaresca, el ingenio que da el hambre.  Un país de Lazarillos, de Buscones, de sempiternos favores que nos convierten en sempiternos deudores. Sigue el caballero, tira al suelo los guantes y rueda la dignidad. Y que hacer, mira a  su escudero que lento va despertando, sonríe y no sabe el caballero de que se ríe su escudero y le increpa, le pregunta si todo marcha bien.


-No se ofenda mi señor, que mi felicidad la trae el frió invierno, y las fechas tan señaladas, que todo hijo de vecina regresa al hogar, por andar aunque solo sean unos días con su gente y amigos. Que no desconozco yo señor las penurias de mi gente, y digo de mi gente por que usted anda mejor y es hijo hidalgo. Pero de un tiempo a esta parte, hasta los grandes buscan por donde partir y que se les respete. Que hemos llegado muy lejos para que unos cuantos, nos quieran hundir tan de repente. Y vístase hombre de Dios que se me va morir de pura tiritona, que la escarcha es blanca, pero engaña como el beso de la dama que nos ha de llevar y a que cogerle delantera si ya estamos apuntados al nacer, que a mi parecer somos como el barro de alfarero, que nos da cuerpo y vuelo para luego cortarnos y permanecer estáticos a la espera de unos labios, del calor de una mano o la ira del que menosprecia, nos estrelle contra la pared… vamos que lo que quiero….
-¡Sanchoooo! Basta ya, que cuando te sueltas la lengua, no hay refrán que no me machaques y ahora encima me largas sermones, sin pies ni cabeza. Si quieres  decir algo dilo, ¡pero no te me marches al Génesis de la cuestión y dame tan solo cuenta del Apocalipsis de la tal cuestión!

-Disculpe mi señor, me he dejado llevar, y es lo que usted debiera de hacer, dejarse llevar un poquito, que andamos a escasos de una jornada del Toboso y media más de casa.
Hace frío, los tercios vuelven, como vuelven los barcos a puerto, así lo hacen nuestros pensadores y bachilleres. Que tuvieron que marchar, y déjese de deprimirse que me tiene a tan alta señora, y me refiero a la luna, un pelo harta de tanta tristeza… mire usted, escriba una cartas  a su señora Dulcinea que yo presto la llevare encantado, y pasemos juntos estas fechas, que hasta las  legiones de Roma según su merced me cuenta, volvían por estas fechas los que sobrevivían, para vera sus familias y disfrutar con las carantoñas del recien nacido, semilla de amor que compartieron con tan bella flor, que dejaron con pesar en marzo, una hermosa y nostalgica noche, para partir al rayar el alba, al ejercicio de la guerra.
Hágame caso, yo guardare en mi zurrón las quimeras del hombre, las utopias… La igualdad, el respeto, la solidaridad, la razón y las letras, la dignidad y a la principal que a todas las demás acoge…. La libertad.
Bruñiré su armadura, le quitare los golpes si usted quiere… aunque preferiría que no
-Y por qué no amigo Sancho
-Sencillo mi Señor Don Quijote.
Sería como quitar hojas a un libro y perder parte de la historia
Como quedarse dormido en el fragor de la batalla y no saber que ha acontecido
Es como dormirse en la mitad de la vida y no saber que parte de ella es cierta y
Cuanta de la misma  has vivido
Pero la adarga, sí,  y la espada seguro que el herrero por un maravedi se la deja como nueva
Hagame caso, retiremonos a casa
-si tienes razón sancho, cuarteles de invierno, ayudar al más próximo, ahí donde nuestra influencia puede hacer algo, y que sea una cadena que empuje y crezca, que entre todos nos salgamos de este atolladero…
-Pero eso sí, mi Señor… Que todos esos pecadores que se hacen  llamar gobernantes, paguen y hagan pagar, dando rienda suelta a la justicia y poniendo a cada uno en su sitio, devolviendo lo quitado.
-¿Los dineros Sancho?
-Los dineros, le educación, el trabajo, la dignidad… ya sabe mi, señor eso que nunca debió convertirse en utopía.
-Sancho amigo, hay días que gratamente me sorprendes…por eso humildemente, me igualo a ti y te llamo amigo…
Pero me harás un pequeño favor antes.
-Usted dirá mi señor…
-Llevar estas letras de amor a mi señora que yo se que las espera
-Y luego a casa… con los nuestros
-Si sancho amigo, luego a casa hasta que llegue marzo, el mes de Marte dios guerrero, cuando partiremos nuevamente a nuestra sin par aventura que es la vida, y nuestra descomunal batalla en contra de la injusticia…

***A la sin par Dulcinea
                         de su amante Caballero
                                                el de la Triste Figura…***
Sabes que el amarte fue la causa de andar por los caminos, de esta guisa
Pues tu caballero soy, sintiendo en mi interior, como en lo más profundo de mí,
La llama que ilumina este pobre juicio mió, que da sentido a mí existir.
Sabes que entre todas las mujeres te escogí a ti
Mi mal, bien amado,
Zozobra de mis cuitas
Consuelo de mis soledades,
Que tus desaires tan solo sirven para reafirmarme más
En esta descomunal aventura que es la vida,
Y entre sus prendas más bellas y amadas se encuentran
El sincero amor que os proceso, mi señora Dulcinea
Y la Libertad,
Que aquí el orden no altera, pues tanto monta vuestro vendito nombre, 
Como monta tanto la Libertad
Libertad para elegir,
Libre de amar a quien a uno plazca
Libre de mis juicios acertados o no
Libre en mi defensa que lo mismo nos acerca que aleja en este disparatado mundo

Si no es por vuestra causa, hace tiempo que hubiese desistido de este penar
Que es España,
Que me lacera el entendimiento y el alma, este desgobernar en
Contra de nosotros mismos,
Este abuso continuado, 
Esta desvergüenza que, nos  hunde más y más cada día.

Que ando por los caminos gritando su nombre ¡Justicia! ¡Dignidad!... pidiendo para el qué no tiene, defendiendo al que no puede y cantando las cuarenta a esos que se intitulan poderosos
Que sin nuestro sustento no son nada  ¡y a nada deben de volver, con la premura requerida!

Antes que la indiferencia nos diluya,
La falta de manos sobre estas nuestras paginas
De ojos que nos acaricien,
De labios apasionados que nos describan
De mentes que nos den vida nueva y renovada

Antes de pasar a ser tan solo leyenda, burla o chacota de mentes baldías
Decir que el olvido se paga con creces,
Que atacar y desdeñar de esta manera tan ruin
La educación,  la palabra escrita, a la inteligencia, ¡de la que carecen!

Que el poder real de un a nación son las ciencias y las letras, las humanidades y la filosofía
¿Y sin estas que hacer?, a quién contar para que recoja las ricas experiencias acontecidas
No solo en nuestras vidas y época,
Si no a través de todas las edades de los hombres
Y es triste terminar en manos de unos majaderos,
Que no dudaran en utilizar la fuerza, no para convencer que esta no llega a tanto,
Sino para acobardar, para restringir el pensamiento, para volvernos sin sustancia gris.
Mal hado les  caiga y sean ellos llevados de la faz de esta tierra
Por un siroco, y de la memoria de estos tiempos sean borrados, desaparecidos, como si nunca hubieren existido, que sean nada más un mal sueño, que el niño llora,..

Solo despedirme queda, entrar con el buen Sancho y olvidar por un tiempo este bello calvario
Que es desafiar a los cuerdos para que de vez en cuando anden algo locos, y que a tus pies señora
Se inclinen y así darte muestra de mis hazañas, cuentas de mis lagrimas y de este tierno amor que me mantiene esclavo de tus caprichos…

Hasta más ver mi Señora, en mi pensamiento os guardo…
                             Vuestro soy
 Don Quijote de la Mancha
 
                                                                                              Epi