jueves, 10 de diciembre de 2015

¡Silencio...!



“España… sobre tu vida, el sueño,
sobre tu historia, el mito
Sobre el mito, el silencio…
¡Silencio!
Sobre  el silencio, el Padre,
después del padre , el Verbo…
¡Y habrá otro nacimiento!”
                                                        *   León Felipe…


Silencio sobre silencio
Silencio que acalla el llanto
Llanto que llena de indiferencia
Sobre blanco manto, diamantinas lágrimas
Embotan el silencio

Silencio que revienta de amapola en primavera
Extraña entre verdes trigales
Atardeceres de Julio invaden las doradas mieses
En lucha con el rojo sol, motas cardenalicias en templo abierto
Diáfano espacio que llena el aire caliente del estío
Perladas voces en la madrugada acompasan
Este silencio

Que dura y parece no tener fin
Eco de vacío que a fuerza de no estar
Solo es silencio ininterrumpido

Silencio que no otorga y denuncia
Porque no llega el ruido de ese quejido viejo como el mundo
Verbo prisionero de este nuevo catecismo que no dice nada
Pues todo fue dicho en los albores del tiempo
¡Y ahora silencio!… solo silencio

Silencio que acuna el sueño, al viejo cuento del mundo
Que hila lento, de tu pensamiento al mío,
donde no decir nada se ha convertido en un arte
Arte que requiere su sitio,
de su voz recamada pequeños suspiros
que el viento
Deposita en desdentada boca

Palabra traicionada que duerme en el silencio
Desempolvando el recuerdo de aquellos que no volvieron
Del nuevo mundo, del viejo éxodo
Que ya no hay patio solariego
Ni silla de blanca nea
Ni naranjo con aroma a limonero
Ya no canta el poeta,
olvidada esta la  canción que mueve la rueda


Rueca vieja emponzoñada olvidada en la esquina del mundo
Esta vida que nos corre ya no nos pertenece

Que el tiempo disputa fiero dejando secuestrada
Luego de nuevo el silencio… Solo el silencio

De lo que da no decir nada,
Más grita la imagen que tu destrozada garganta
Sobre sombras van las sombras,
Mito de lo que fuimos
Sobre sombras va la miseria y latrocinio,
la vieja canción que mueve el mundo
Ya el cuento no acuna el sueño
¡Silencio!… solo silencio

“España… sobre tu vida, el sueño
Sobre tu historia, el mito
Sobre el mito, el silencio”

Cualquier tiempo pasado fue diferente que no mejor
Con su canción con su cuento
Con su sueño
Con sus lágrimas
Con su luz
Que mañana habrá otro nacimiento,
que acompaña a este nuevo 
                                                             ¡Silencio!




                                                                        Epi

jueves, 26 de noviembre de 2015

Desde la Soledad del Fumador de Fondo...CORTINA DE HUMO O CUEVA DE LADRONES



                                                                               CORTINA DE HUMO O CUEVA DE  LADRONES

No se si es cortina de humo, ni si es para desviar la atención de sus propios latrocinios, o si entra dentro de ese, no se como llamarlo, encubrimiento de la mala gestión el clientelismo y el enriquecimiento descarado de estos… mejor no ponerles adjetivos.

Pero lo que se deduce de ser cierto de llegar a aprobarse la ley que seguirá empobreciendo aún más a los ciudadanos. Ya pagamos el impuesto más alto en sucesiones de toda la península, terminara Andalucía por no recibir dinero del estado central o mermara en demasía ya que sus ciudadanos se irán empadronando en toda la geografía menos en su tierra, pues esta se cae a pedazos no hay un duro desde antes de la crisis reconocida a nivel nacional ya que Andalucía se encuentra en banca rota desde hace mucho tiempo. y cual es la solución mágica a tanto disparate. Sencillo, impuestos y más impuestos, defensa a ultranza de sus sinvergüencerías y mantener a trancas y barrancas una administración que hace aguas por todos los lados, pero curioso en este caso que las ratas son las últimas en abandonar el barco que intentan mantener a flote, fuera de las aguas jurisdiccionales de la justicia, entorpeciendo, torpedeando la labor de investigación, en ese hábil juego de escapismo que ni el mismísimo “Houdini” hubiera conseguido  imaginar en sus mejores tiempos.
Como ciudadano deseo enormemente que estos señores del capullo y los de la gaviota acaben defenestrados como mínimo durante veinte años o más.

Mira que darnos la cuerda para ahorcarnos nosotros mismos, no tiene nombre nos mangonean una panda de carroñeros insaciables, ineptos de la causa sinvergüenzas sin escrúpulos que siguen vaciando las arcas a marchas forzadas, gestionando el patrimonio como les sale del mambo, mientras siguen arañando del bolsillo del contribuyente hasta las pelusas y los clines de los mocos, por si anda oculto un euro no fiscalizado. Ellos que han montado una crisis por su cuenta y a riesgo de todos, menos de ellos mismos, siguen en sus trece, ellos que han patrocinado el despilfarro de las arcas de la autonomía sin ton ni son, intentan vendernos sus tropelías bajo el eslogan de ser solidarios. ¿Solidarios con quien?, con todos esos que están en el tercer grado y no han devuelto un euro de lo que se llevaron, con esos que se han tirado unos añitos, pocos a ciencia cierta de retiro espiritual en el talego, para luego vivir de lo afanado sin dar un palo al agua y ver como en dos días vuelven a ser los de antes, con la misma soberbia pero con el bolsillo intacto, con la única deuda pendiente de mantener a estos pendejos en el poder hasta el hastió.

Por que ya se sabe, no hay honor entre ladrones, tan solo miedo de que el ventilador se encienda y les llene a todos de mierda. Y es para encabronarse, pues pagamos por todo dos veces, para nada. Sales a la calle y las infraestructuras están para que les den, los edificios oficiales, los hospitales, los centros de enseñanza, las carreteras y un sin fin en estado calamitoso, derruidos  o defenestrados para los restos, con carteles de impulsando el empleo y Andalucía con fondos europeos que brillan por su ausencia (no porque no lleguen, simplemente se administran mal o se utilizan para otros fines, o tapar boquetes demasiado escandalosos). Con ese mandato divino que emana del pueblo y que al parecer les da legitimidad para pisarte la cabeza y llamarte gilipollas a mandíbula batiente. Pero todo tiene su lógica, pues en una democracia donde se incentiva a indeseables y corruptos, ignorantes y soberbios, se les sigue permitiendo presentarse en elecciones para seguir con sus mamonadas, dice mucho y en negativo de esa democracia, de ese pueblo que no se harta de votar siempre lo mismo, porque parece conformarse con la pecata minuta del mínimo subvencionado, que han dejado de pelear por hastío algunos, otros porque nunca lo intentaron y el resto, victimas de este desgobierno que les niega el derecho a un trabajo y sueldos dignos, y para ir tirando invitan  al respetable a trabajar en negro. Donde las aspiraciones de un gran sector de la población brillan por su ausencia o son frenadas, dando la inequívoca imagen de no querer dar un palo al agua, controlando los beneficios para que no superen el máximo estipulado para que no te retiren la ayuda.

No ayuda en nada en la construcción de esa Andalucía al máximo e imparable que nos quieren vender, porque bien entendido Andalucía al máximo de acreedores e imparable en su empobrecimiento, económico social cultural y más.
en fin no me estoy muriendo, pero el año antes  de morirme me gastare lo poco que tengo, un año antes dejare la cuenta a cero, haré turismo a lo bestia, comeré como tal y me divertiré todo lo que pueda y más, me empadronare en los madriles y  dejare en mis ultimas intenciones a la junta de Andalucía como heredera universal de todos mis marrones (no creo que se note mucho) y así pasare a formar parte de ese club tan nutrido de estafadores, cleptómanos empedernidos y hasta quizás me pongan una placa como buena gente que soy y sin temor a que la justicia me roce ni un pelo, pues el aparato del estado llámese PP,PSOE, IU, C`S, Podemos u otro cualquiera, sabrán defenestrar a esos profesionales tan serios y con ganas de impartir justicia, colocando en su lugar a esos otros que sus únicos meritos reconocibles, serán haber vendido sus principios al mejor postor, que les dio alas sacándolos del ostracismo y lanzándolos a una carrera de éxitos enmarañados y nada claros, pero que a ellos les dará igual, ya que por fin serán parte de esos cortijeros que llegaron a la política para sacudirse el hambre y las miserias que traían dejando en la puerta, la honestidad su dedicación al servicio publico para convertirse en carroñeros envueltos en las mejores marcas de ropa, los coches más guapos  y ese largo etc. que engalana la cáscara que cubre el espíritu en este caso “la mediocridad” de estos señores, que serán como la mona vestida de seda, ya saben ustedes….

En fin, el que avisa no es traidor, gasten su dinero antes que la pitonisa que nos gobierna se entere de la fecha de nuestra muerte próxima, y si van ha dejar algo a sus descendientes, no olviden empadronarse en otras latitudes o la corte del príncipe Juan se encargara de que no reciban un euro (y hoy por hoy no tenemos en esta tierra un Robin Hood o un afamado Caballero como Don Quijote, ni un juez como el buen Sancho) y encima paguen por enésima vez lo que han estado pagando durante toda su vida…. Sin más desearles un gran día, me sean moderadamente felices. ¡Ah! y no olviden de falsear sus informes médicos, porque nunca mejor dicho, en connivencia andan Hacienda y la Muerte tras sus delicados pasos.

                                                                                              Epi

miércoles, 28 de octubre de 2015

"Samuel"



De la vieja acequia transita un hilo de esperanza, clara como la mañana entre murmullos de la floresta y cantos vespertinos. Por la puerta de Ninguna Parte, cada tarde se sienta, bajo su arco mudéjar recuerdo de viejas glorias y tiempos mejores, saca del bolsillo su cuartillo de tabaco el papel de liar, mientras tararea una vieja coplilla que no dice nada pero entretiene su quehacer. Lenta se llena la cuesta del gato, caras cansadas con los restos aun de la noche, saludan a Samuel con un leve movimiento de cabeza o con un simple y arrastrado, con dios y buen día.
Impaciente espera el bullicio de los niños camino de la escuela, en carreras precipitadas pasan y se paran junto a él
- ¡dame una caramelo Samuel!, corre que llega mi madre y Samuel se sonríe mientras del bolsillo de su chaqueta saca un puñadito de  anisados, unas raíces bien cortadas de paloduz y sobre la palma de su mano deja que el niño elija
-uno,  le dice suavemente, que aún falta por pasar la niña de mis ojos y sus dos amiguitas y el niño que si, que  vale, pero en un decir Jesús, arrambla con un anís y una raíz da paloduz  y se aleja corriendo entre risas, y hace burla a Samuel que ríe, siempre la misma broma.
Rosa se acerca camino del mercado sus desconchadas paredes aún conservan parte de lo que otrora fuese el zoco antiguo, donde se practicaba más el trueque que la venta, donde ponerse al día en los casos más sonados del pueblo, vara inconstante de medir, donde cotorras y cotorros, desgranan con parsimonia y algo de mala leche aderezado con la envidia, lo bueno y malo de cada vecino, los partos las preñadas involuntarias, quien esta de novio y quien vestirá santos esta primavera y si a fulanito lo buscan los civiles.
El calorcito que el sol aporta, invitan a Samuel que entre leves cabezadas se deja llevar por ese momento placentero que enlaza la realidad con ese otro mundo de la memoria, viajando al pasado, donde la vida corre pareja, las cosas de hoy con las vivencias de ayer, le viene a la memoria los aburridos discursos de las milicias, sobre  los héroes ¿y que es un héroe?
Demasiado dolor, demasiada barbarie, con que triunfalismo intentan vendernos el honor el sacrificio a cambio de una nueva sociedad más justa, y Samuel se mantiene en su razón, sigue pensando que no vale la pena, porque las ideas cuando las respalda la guadaña, dejan de ser defendibles  pasando a ser sentencias de muerte, ausencia de voces perdidas entre los gritos del bardo, que no recita, porque se ha convertido en profeta mesiánico, y su arenga incita a la desolación, entre coros de cantos heroicos, vacíos de contenido, hermosas frases para oídos despistados, que lentos hacen su trabajo vertiendo ponzoña y envenenando las mentes de gentes que vienen de no tener nada, de ser la última escoria que habitara las viejas chozas, donde las enfermedades y la muerte se dan cita con la nueva vida que llega, y ya lo hace gritando entre mocos y babas, succionando la nada de un pecho marchito, donde el hambre ha hecho mella y una vejez temprana delatan el duro subsistir en tan tremendas condiciones. Tanta inequidad, tanta sangre por una quimera, que ralla en lo absurdo, cuando de antiguo es sabido, “que la mejor batalla es la que no llega nunca a entablarse”. Demasiada anarquía en las ideas, demasiadas cabezas pensantes, sin la más mínima intención de acercar posturas. Trabucando las mentes más simples y menos instruidas, incitándolas a saltar al vacío, abrazar a Marte y acto seguido tirarse a los caminos y encrucijadas, con aire marcial, dando el alto y el tiro por la espalda, si no te alistas, abriendo heridas cobrándose viejas rencillas y usurpando propiedades.
Oscuro deseo de una guerra, a la altura de sus contrincantes. ¿Quien será el mensajero de los dioses que tanta desgracia proclame? ¡Quién consolara a esos padres ancianos! que ya no pondrán engendrar futuro, porque su presente callo en un trinchera, en cualquier cuneta. Quién en su sano juicio, con aire triunfal aguantará el tipo, mirara de frente a esos padres y sin que la cara se le llene de vergüenza intentará decirles que fue un héroe en acto de servicio y que no ha caído en vano. ¡OMM…! difícil tarea, ingrato correo que ahoga su hipocresía  en vino, vino que nubla y enrarece el juicio, vapores de éter que deforman la realidad en un vano intento, por no caer en la locura.

Los señores de la guerra ventean el horizonte, sobre sus carros de acero y destrucción. Y  Samuel se siente desfallecer, no quiere caer en esa vorágine, no encuentra razones para  ir a batallar, en nombre de otros con los intereses de otros, nunca los suyos ni del resto de la gente humilde. Años difíciles, de locura colectiva, la sinrazón invade el país de una punta a la otra, panfleto sobre panfleto como un collag de imágenes superpuestas, caballeros fornidos de aire marcial, rostros azules los unos rojos los otros, mismas consignas ¡La patria te necesita! coge las armas y defiéndela. Como siempre y como en cualquier guerra, ninguna consigna llamando a la cordura. De sobra sabe él, que los intereses de ellos no coinciden con las ideas que promueven entre las gentes, juglares a las ordenes del poder establecido, ventilan la excelencias de estar en uno u otro bando, vendiendo como salvadores los unos contra las posturas irreconciliables de los diablos rojos. Y quien se decide por una u otra razón, como si matar fuera la única solución a los problemas sociales que habían levantado a la masa. Y esa masa descontrolada, armada deliberadamente, como sería habitual en estos años oscuros, entregados al saqueo y el pillaje, instalados en su tozudez.
Arrestan al cobarde, le tapan la boca para que no hable, juicio sumarísimo por la vía rápida, sin representantes que en tiempos revueltos, se desatan los más bajos instintos. Y checa o paseíllo, da igual el nombre que le quieran dar. En su alocada lógica lo asesinaran para escarmiento y aviso de futuros desertores, objetores de conciencia y pensadores. Esto es una guerra y no se mueve ni dios. Pues hasta el mismísimo Dios, sentado en tan alejado trono, observa en silencio mientras piensa donde radica el fallo de su creación más perfecta, la más amada. Si cuando sopló el barro entre sus manos le insuflo la vida, con todas sus ventajas, en que momento se instalo la sin razón en el corazón de los hombres, esa brutalidad sanguinaria; de nada le sirvió mandar a su hijo, ya sabía él que todo sería tergiversado.

Para huir del dolor, del odio y el abandono nada mejor que una capa de indeferencia, desde pequeño lo sabía, no es que fuera un duro, al que todo lo referente a sentimientos le resbalaba, había aprendido a distanciarse de aquellos que le producían esa sensación de dolor. Dejaba de quererles, si es que ese sentimiento había anidado en su interior alguna sola vez. Rápido es el aprendizaje, como rápido es el alejamiento necesario para observarlos desde otra óptica e intentar comprender que pasa por sus cabezas, sintiendo nauseas por tanta mezquindad.
Tan poca cosa, ahondaba en sus miserias intentando  encontrar un atisbo de luz un nexo, algo de esperanza que justificara esa actitud. Alejándose tanto de ellos hasta que el odio desaparecía de su corazón.
esta forma de ser y pensar, habían echo de él un ser especial, amable con los más pequeños y respetuoso con el resto, mientras ellos no invadieran su intimidad, mientras no se empeñaran en cambiar su forma de ver las cosas.
una densa niebla empezaba a subir de la acequia, envolviendo todo en una luz lechosa, cuando el sol volvió a recuperar su espacio, en el banco  que esta debajo de la puerta de Ninguna Parte, tan solo queda un librillo de papel, un cuartillo de tabaco escaso y un sombrero junto a unos cuantos anisados y un par de raíces de paloduz. 
Samuel había desaparecido a la par de la niebla, como el humo del cigarro se había disipado. Nadie en el pueblo supo más de él y según cuenta Rosa, Samuel era el último ser de luz, el último superviviente de una era por desgracia caduca. Ya  en el horizonte se divisa, en ese atardecer que parece quemar el azul cielo, tornasolando la calma que precede a la  tempestad en la que estan condenados los hombres…

Del libro I de Lapuente, enero de 1945 “Samuel”
                                                                                                             Epi

lunes, 26 de octubre de 2015

“No hay condena más dura para un menor delincuente que sacarse la ESO”














“No hay condena más dura para un menor delincuente que sacarse la ESO”





                                             Juez de Menores Emilio Calatayud
              
                                             (diarionorte.es/Euskadi) de fecha 27 de julio de 2014

          Que un ciudadano y en este caso un Juez de Menores, sentencie y declare que “No hay condena más dura para un menor delincuente que sacarse la ESO” es para echarse a temblar. Que tenga que condenar, lo que hasta ahora y de siempre he entendido yo, que la enseñanza es un derecho y un deber, para completarse como persona, y andar con algo de luz en la mollera. Tenga que imponerse como sentencia y por ley como  castigo, debería de mover los cimientos de la nación y caérseles la cara de vergüenza a esos que han estado ostentando el poder desde los principios de la democracia en este país. Pero claro, eso sería lo normal en unos gobernantes con un poco de vergüenza, preocupados por su país y sus gentes y no perdidos en su soberbia, destrozando los pilares de una nación que debe sustentarse en un alto nivel cultural generalizado, en sus conocimientos etc.…
          Pero vivimos en unos tiempos, que basan su existencia en el pasado caciquil y estrecho de miras, que niega el saber como derecho como deber ineludible y única forma de sacarnos de este atolladero dantesco y sin razones, en el que estamos todos asentados  donde lo único que ha cambiado, es esos falsos aires de libertad y modernidad, donde los representantes de los ciudadanos, viven y disfrutan de su ignorancia, más preocupados en las intenciones de voto de esos borregos que fabrican a marchas forzadas a los que aclaman para después llamarles NINI y otras lindezas más.
          La culpa hay que reconocer que no solo es de ellos, porque recrearse en la queja sin entonar el mea culpa, seria igualmente vergonzoso y cínico por nuestra parte. Si sumamos a esta dejadez, el condenar conscientemente por décadas a toda una nación a un futuro poco esperanzador, que encima lleva atraso respecto ese espejo donde nos gusta tanto mirarnos a algunos, como es la celebre Europa, y no ver nuestro desfigurado panorama en ese mismo cuadro en el que se miraba Dorian Grey, es totalmente de mulos este suicido colectivo, esta terquedad por no tener narices de enfrentarnos a esa luz del entendimiento y el estudio, que si o si nos hará más libres, más justos y más avanzados. Y a la suma de estos factores, cuando ves que el docente, solo va a cumplir objetivos, en los que prima meter en la cabeza del alumno los libros de cada asignatura, asimilen o no lo impartido y todo porque desde arriba viven y sueñan con las estadísticas, de lo bien que andamos y el nivelazo de los alumnos en los Centros Escolares. Cuando la realidad por otro lado es la eliminación sistemática de las materias de Historia o Humanidades y Filosofía y haciendo de algo tan beneficioso como la lectura una obligación mal planteada, sin intentar tan siquiera crear el habito y la necesidad en el alumnado, consiguiendo el efecto contrario “que los alumnos abandonen los estudios a temprana edad…
          Entono en este mea culpa a padres, alumnos, profesionales, partidos políticos e instituciones, para ver si despertamos de una vez y llegamos a entender que nuestra riqueza se basa en nuestro acervo cultural, en nuestra capacidad de razonar y en nuestros avances positivos como colectivo… En fin como se suele decir, “nunca es tarde y aun nos quedan muchas cosas por hacer, cambiar y mejorar…

                               Algo para meditar y como siempre ¡Sean moderadamente felices!

                                                                                         Epi


martes, 29 de septiembre de 2015

¡Y A TI QUE TE ZURZAN…!



¡Y a ti que te zurzan…! y al resto, tres cuartos de lo mismo, en este país de cuyo nombre es difícil querer acordarse, según marchan las cosas.
Me alegra sobre manera que quieran encumbrar hasta las estrellas a Cervantes y a sus hijos literarios, ni que decir que para el que suscribe, desde siempre han estado en el estrellato del espíritu y el intelecto y si ahora mirando al cielo, piensas con orgullo mientras te das de patadas en los ojos para ver la Osa Mayor, imagínate para buscar a Ara con sus cuatro planetas y con los nuevos nombres en honor a tan excelso libro y autor.
El resto de la nación estudiantil y la que ya dejo literalmente los libros y sabe de Quijote por oídas, ahora lo seguirá teniendo igual de difícil y seguramente se la traerá al pairo, sencillamente porque Cervantes era español, Quijote hijo de la herencia de sus mayores y Sancho la radiografía de ese español segundón, eclipsado por la locura de su amigo y revitalizado por ese saber y buen juicio de quien tiene que sacarse las castañas del fuego diariamente y de cualquier forma peregrina.
No hemos avanzado tanto, que Quijotes siempre los ha habido en esta piel de toro y no solo de la Mancha sino de cualquier latitud de esta geografía nuestra. Y ahora que haremos, si ya hemos puesto a los personajes en tan alto escaparate, cuando ya andaban por las librerías y ni puñetero caso que se les hace, imaginen ustedes ahora que por fin viven en las estrellas, mientras nosotros andamos en la inopia. Pues más de lo mismo, y es que no aprendemos en este país de picaros, hemos leído a trancas y barrancas el Lazarillo de Tormes y conseguimos el objetivo porque era breve aunque lleno de lindezas y de una crudeza tal de la época, que hemos desarrollado la sana costumbre de reírnos de nosotros mismo y nuestras desgracias, porque somos un país que sigue anclado  en “las desgracias con pan son menos”. Hemos hecho por naturaleza propia acopio del Lazarillo y nos hemos convertido en un país de ciegos miopes con una amplia cohorte de lazarillos y hemos visto como los ciegos y miopes se comían tres uvas, tres derechos fundamentales, el pensamiento, la crítica el razonamiento, las libertades y el nivel cultural. Que nosotros lazarillos perdidos hemos ido a la zaga cogiendo dos de esas uvas, y no precisamente esas que hacen que un país. Sea culto y solidario consigo mismo y con sus ciudadanos, que se mire para adentro para poder evolucionar.

Pero en fin, les dejo con la buena nueva y les invito a participar en el voto para así por lo menos mientras lo hacen, pueden leer un breve comentario sobre Cervantes y Don Quijote, es breve y no les supondrá mucho esfuerzo http://estrellacervantes.es/

Y como siempre desearles, me sean ustedes moderadamente felices y unos muy buenos días

                                                                               Epi

viernes, 4 de septiembre de 2015

¡No entiendo...!



          De la mar en calma florecen por doquier, nenúfares marchitos antes de florecer. Crisálidas que dejaron marchar la luz, que mantiene la peregrina esperanza, en esa especie maldita, que va apestando la tierra.
          La vieja Parca, lee entre líneas y se frota las manos, nunca fue mejor el negocio, nunca hubo tanto trabajo, cosechadora de almas impenitente, no da abasto, mientras frota sus manos, no de gélido frío, pues ella es dueña y señora de aquello que nosotros desdeñamos, de aquello que debió de ser lo más importante y que por desidia desapareció del vocabulario. Un millar de cuencas vacías nos miran desde el silencio más ensordecedor y es que la barbarie del hombre no ha acabado aún, y no se a dónde acudir
          Las olas en un último viaje, mueven a su paso los cuerpos inertes de este mar de lágrimas. Demasiado lejos hemos llegado, pasando la frontera de lo indecible, en depredadores sin contención nos hemos convertido. Esto que nos fue otorgado en nacimiento, hoy convertido en moneda de cambio. Don,  prisionero de las fluctuaciones del mercado, de las grandes corporaciones, nido de buitres bulímicos, insaciables…     ¡Que las cosas se hacen mal, no se empieza arreglando desde arriba!, si no socorriendo al de abajo, sacando su cabeza del agua, levantando su rodilla del suelo, despejando el horizonte para que sus ojos vuelvan esperanzados a ver, si al final del camino hay algo de luz; bocas cosidas por el infortunio, que haber nacido cuesta lo suyo, pero el precio es excesivo, pues de volver al origen ha de ser lo natural, pero cuando toca no cuando la brutalidad del ser humano dicte.
          Sin entender del todo el porque estamos aquí, si es que hicimos algo mal y esto no es el paraíso,
No entiendo como, no, nos revelamos contra todo.
No entiendo como pretendemos mantener un sistema que nos devora poco a poco, que nos embrutece a marchas forzadas.
No entiendo que esos a los que llamamos grandes y mandatarios, no se pongan de acuerdo en algo tan sencillo.
No entiendo como se sigue financiando tan impúdicamente la muerte, mientras se solazan en sus castillos de cristal, mirando hacia otro lado, pues piensan que la cosa no va con ellos. ¡No lo entiendo!
          Y de Naciones Unidas… “Desunidas Decisiones”, interesadas no más en su propio bienestar aunque signifique el desplazamiento dolorosamente forzado de medio planeta, aunque la mar se tiña de noche oscura, aunque los campos se tiñan de rojo, aunque esos ojos grandes que nos miran desde el hambre y el sufrimiento nos taladren el alma, miembros seccionados, violaciones por doquier…
          ¡Dolor y solo dolor!, en el que parecemos cómodamente instalados, Holocausto que se extiende en el tiempo y no parece tener fin. Quizás todo empezó cuando el silencio creo al verbo, o cuando el verbo se convirtió en luz, no sé, no sé… si, cuando abrimos los ojos por primera vez, nos fue negado el don de ver, ni sé, si el verbo fluido otrora, hoy Babel ininteligible, gritando lo mismo pero sin enterarnos de nada. Pero hay gestos, que no han de pasar desapercibidos, lengua universal, hay falacias, hay abandono y odio, hay flores muertas, que emponzoñan el entendimiento del hombre y este no parece tener salida o no querer parar y reflexionar, que no somos nada, que por misteriosos vericuetos llegamos, con la memoria en blanco, y una carrera hacia,  adelante por estrenar.
          ¿Y que hacemos?, si nada más llegar, lo hacemos llorando y llenos de moco y excremento. ¿Quién ha de poner freno a esta trágica cadena, quién nos frenará de una vez y hará desaparecer a esta especie abyecta  ¿que tribunal nos ha de juzgar por tales crímenes?, ¡a todos sin excusa! pues somos juez y parte, de este vasto genocidio. Holocausto sin precedentes ofrecido al becerro de oro. Imperfección de la misma perfección, que nos programó defectuosos y la única manera de sobrevivir es exterminándonos unos a otros, para luego empezar un periodo de falsa paz, de falso arrepentimiento, con la ira  intacta, con la sangre invadiéndonos la boca, con la mirada opaca…
          ¿Nacer para luego embrutecernos, para ser estatuas de mármol frente a las desgracias que nosotros mismos alimentamos?...
                                                                     *Más nos valdría no haber nacido
Como dijo aquél…

          Todos hemos sido mecidos en los mismo cuentos, pero cada uno entendió de ellos lo que le vino en gana, todos escuchamos hablar de dioses vengativos y sangrantes, que propagan la guerra y el exterminio, y siempre lo mismo, cada uno entendimos de esa fábula lo que quisimos e interpretamos lo que nos interesó, santas guerras, santas violaciones como santo es el insaciable hambre del hombre por el hombre…

          Disculpen si se han perdido, no se culpen, no por favor, soy yo, que viendo esa instantánea, perdí el orden de las ideas, el meollo de la cuestión.
         
          Ahora soy tan de sal, que paciente espero a que la lluvia me disuelva, me haga desaparecer como si nunca hubiese existido. 
         
          Espero, a  que las estrellas no guíen más mis pasos, ni decir, que ya, mi eterna compañera la Luna ha de esperarme más, pues ella sabe que la vía Láctea  está sembrada de cadáveres, que no son estrellas sino la luz de esos cuerpos inertes, crisálida donde la Parca lee ávidamente, en  busca de algo parecido a la esperanza, pues la muerte también se harta de tanto desvarío, de tanta sinrazón…

                                                                     Epi

jueves, 13 de agosto de 2015

De Manuela y el mar ¡Perfección....!



Perdidos en la duda, en la ignorancia de nuestro nacimiento, a merced de ese banco de experimentos que es la naturaleza, en un empeño constante por mejorar y perfeccionar cada ser vivo cada piedra o elemento. Parece no conformarse nunca y cuando alguna de sus creaciones nace perfecta, la misma naturaleza, se rebela contra sí misma…

Enzo, palito en mano como vara de zahorí que buscase agua, esgrime interminables páginas de letras, sin ton ni son, de miles de palabras sin sentido. Enzo se escapa por la tangente de la orilla de ese mar inmenso, de rodillas sobre la orilla del mar, en la arena a modo de libreta, el mar en cada envite pasa las hojas imaginarias que la arena ofrece generosamente a Enzo.
Ajeno al sol, al agua y a la comida, recogerlo en brazos y dejar que patalee hasta que se acostumbra y hay que sacarlo de la misma forma, pues Enzo no tiene limites, ajeno a todo sigue escribiendo en el aire, pizarra imaginada que admite todas las palabras y parece no tener fin, le encanta a Enzo sobre manera, saber que lo que cuelga en el viento, no ocupa lugar y que este tal como, Enzo las escribe se las lleva a otro rincón del mundo, así son los mensajes que Enzo plasma, como lo son sus temores de que alguien las vea, él le habla a los elementos que díscolos viajan de un sitio a otro, dejando una sensación de vacío y de agotamiento en Enzo, con la felicidad pintada en el rostro. Niño perdido que no quiso crecer, no por decisión propia, fue la vida que le toco en suerte, experimento de la naturaleza en su constante búsqueda de perfección. Enzo grita en silencio, habla en silencio, sueña en silencio y mira como si no viera al resto de niños perdidos que habitan su mundo personal y sonríe. Luego cansado como cualquier niño, deja que el sueño entable batalla con las pocas ganas que tiene Enzo para dejar su frenética tarea, esa de  dibujar letras en cualquier parte, comunicando a quien sepa descifrar este criptograma sin principio ni fin. Una moneda por cada letra una moneda por cada palabra y no te digo nada si es por una frase con algún sentido, que el torpe traducir de los expertos no lleva a buen fin, mientras Enzo queda al fin dormido en su particular mundo de Nunca Jamás

Y como el escultor, golpea con su martillo su obra, pidiéndole que hable, creando así un poco de imperfección, que le deja  vacío de todo, para nuevamente comenzar otra obra que le satisfaga tanto, volviendo a buscar esa perfección que le es negada.

Campanilla no vino  al fin, se quedo relegada en el sueño de Enzo, felizmente atrapada, pues campanilla no habla. Son sus transparentes alas las que dicen algo, las que dibujan signos y a Enzo le encanta pues piensa que son iguales, aunque el no pueda volar y le pide en el sueño que esparza el polvo dorado sobre su pizarra de aire, viendo por un instante como sus trazos cobran sentido, con esa luz dorada de polvo amarillo. Y  campanilla sobre su hombro, leen juntos y ríen, hasta que la vida lo arranca bruscamente del sueño y es cuando Enzo vuelve a cerrarse, a negarse a compartir con ese otro mundo real todo lo que ha aprendido.
Como el interruptor de la luz que a capricho es accionado… momentos dolorosos de luz y conocimiento, momentos felices oníricos por donde escapar y ser feliz….

Así es como la naturaleza se rebela contra si misma, poniendo un nuevo reto a sus creaciones, revelándose contra su perfección y poniéndose en el lugar más difícil. A sabiendas que el problema de la perfección es su propia perfección, creando de esta manera seres imperfectos, preparados para el mundo pero no para los de su especie, que no saben como atajar estas diferencias. 
 
Sueña, ¡no se lo cree! se pellizca el brazo, un tornado de ausencias la llevo lejos, donde el mal no alcanza, lejos donde la incomprensión no existe pues todo es creado sobre la marcha, al ritmo anárquico de su pensamiento, luceros y arco iris, personajes salidos de la realidad que rellenan su mundo de fantasía, cualquier forma se asemeja a un personaje a un animal fantástico, eterna sonrisa que empaña el rocío de sus lagrimas que no sabe por que lloran esas ventanas que luego dejaran pasar la luz, desde su interior hacía el exterior, por que es ella la que guarda esa luz, ese entendimiento particular que sobre las cosas y la vida tiene para ella, a su manera interactúa con el resto de personas, de niños sin hacer distinción porque en su mente no existe el valor de uno más que otro, todos a simple vista parecen buenos. Se despierta de su corta siesta y llama por si alguien esta a su lado o cerca de ella, se despierta con hambre de abrazos, con sed de sonrisas y de que le digan guapa, canta a grito pelado una canción popular que ella cambia la letra por “na,na,naa” y lalilo, lalilo, que ya vendrá la letra cuando se acuerde, mientras baila dando vueltas, con un Toto imaginario, negro como la noche, con el hociquillo siempre húmedo, lo achucha entre sus brazos para sentirse protegida y Toto lame contento las mejillas de Valentina. Corre Valentina, feliz no hay escuela, ni normas que le obliguen, corre y juega con los niños. estos paran y ella inagotable sigue, y ríe y grita, pero no de dolor que las emociones cuando son sinceras también emiten ese sonido de gozo, que un mundo como el nuestro, interpreta erróneamente como dolor y ya saben que el dolor es visible, no tiene lagrimas limpias, brota de la oscuridad de la incomprensión y Valentina huye inconscientemente de esa oscuridad hacía la luz, abrazándose a sus quereres a sus sueños y a sus juegos… envuelta en la toalla, recogida sobre el regazo de su padre ella, descansa hasta que el sueño la retiene y una sonrisa se dibuja en su dormido rostro, mientras una porción de luz resbala de sus ojos cerrados, pues es el diezmo de amor que da a cambio de abrazos y comprensión…

Esto comentaba la mar al Buhonero, mientras echaba la red y recogía historias incompletas y que como tal,  pensaba respetar. 
Sentada a su lado se encontraba Manuela, tendría unos trece años, una titirita en la nariz, por la que no pregunto el Buhonero, que algunas cosas es mejor dejarlas como están, o que sean sus protagonistas los que liberen su pesar...
Y unas ganas locas de volver al interior de los bosques, donde antaño se refugiara su gente.
Ese otro mar de verdes campos, de cosechas extensas, de mil colores y aromas, ese conjunto de perfección que por separado no dice nada.
Es lo que tiene la perfección, cuando es respetada y aceptada, cuando los fallos se contabilizan como aciertos y los aciertos como pruebas de superación…

Resbaló golpeándose el entrecejo, ahí donde empieza esa recta que se bifurca en dos pequeños túneles, agujeritos negros por donde inspira vida fresca, desechando el viciado elemento, en el interior de sus manos para así combatir el frío que le llega sin saber por que, que el día es caluroso pero cada vez que marcha sin querer, a la vuelta se encuentra cansada, desangelada, con ganas de acurrucarse y dormir, en la quietud de la brisa que se filtra por los agujerillos de la persiana. Cascada loca de amapolas por el rostro desciende, hasta confundirse con la ultima ola de mar, la espuma que esta deja apresa los pétalos rojos convirtiéndolos en pequeñas burbujas de color y todas juntas en retirada son como esas bolas que cuando las mueves parece que esta nevando, pero en este caso es como una fiesta floral de un solo color rojo e intenso. Cae por el hueco del árbol, ya no sabe si sueña o esta despierta, un conejo, un reloj, un gato que flota y un sombrerero simpático y algo loco le hace una reverencia y los números invaden su mundo, dando explicación a cualquier evento que se pueda enumerar, en fin todo son números en su cabecita. Sonrisa de pan dulce, cara redonda, ojitos de niña buena, de niña espabilada y lista, que a fuerza de vivir ya se ha acostumbrado a estar y no estara ser y no ser, con el consuelo de estar acompañada siempre… siempre que cae en ese sueño convulso del que nunca recuerda nada. Alicia involuntaria, presta a dar su hilo dorado que cuelga del bajo del vestido, a la espera siempre de su Teseo que la libere, rescatándola del laberinto de sus ausencias. Ariadna eterna…

                                       Epi






martes, 4 de agosto de 2015

¡Poeta...!



¡Poeta…!
Dame tus versos de luz
Versos que corren en la noche
Versos que saludan al alba y huyen de los extremos
Mi brazo fuerte anda preso a roturar los caminos viejos
Para tu verbo ágil,  las zarzas
La piedra que obstaculiza, el lodadazal de los malos actos
Las vueltas que no dejan ver el horizonte claro
Lleno de esperanza
Mi brazo, como te digo, presto está...

No doy un paso más,
Ni una coma en este desvariar de ideas
No te tengo y no me hago a la idea,
De seguir amándote como lo hago
Y no,  por repartir desidias y culpas
Solo que soy cobarde y ante tu presencia
Se me olvidan las palabras
Y me desbordan los sentimientos

Este aparejo, estas artes
Y cebo de mi inocencia, no bastan para lograrte
Tan altiva, tan brillante que me ciegas y me pierdo,
Olvidando el camino tantas veces soñado que a ti me acerca
Bendito el tiempo de los girasoles, que así te muestras
Cada parpadeo es una ventisca de brisa fresca,
Que doblan la floresta

Por que tu majestad pasa
Y todas alargan sus flores más bellas
Por contarle al rocío de la mañana,
Lo dulce que fue tu paso
Y el leve rozar de tus dedos en tan olorosas muestras
Que hasta las hormigas pierden su orden establecido
Y les salen alas, porque como tú

Quieren ser de todos los sitios sin pertenecer a ninguno
Como tú, el vuelo de esperanza
Que las saque de su inequívoco castigo

Laboriosa tarea tiene el tiempo que no da  abasto,
Porque en ti se detiene y a mí me aniquila,
Que la vida se me desprende como escamas viejas
Que al caer, pierden ese brillo que hermosean
El fiero rastro de quien fue cambiando

Cobardes las montañas
Que sobre ti, arrojan su imponente sombra
Y el cielo celoso de esta, tu breve ausencia,
 El bosque arde
Y en lluvias torrenciales
La vieja montaña se desvanece,
Como corriente de agua fresca

Y aquellos que por su altura fueron servidos
Ahora  yacen en el fondo,
Aguantando piedras nuevas,
Aliándose con el viento

Las sombras hacen desaparecer
Y tan solo tú ocupas la inmensidad que deja,
La hora nona en este corazón que adolece,
Vasto desierto en pugna constante,
Que para en la estribación de tu mirada,

Oasis accidental de este romero que suspira y muere,
Arto de pasear su carcasa, que ya joven, no es
Monte coronado, en dos revueltas de tu pelo
Dejas al descubierto la delicada columna
De sal que aguanta tu cabeza dando paso a lo inimaginable
Esa magia que despacio despierta

Vasto campo azul de azucenas, mirada clara
Que suspira por verte libre y poder nombrarte en
Diferentes lenguas y viejos dialectos que te conforman

Como dice el poeta (León Felipe)
“Nunca cantemos
la vida de un solo pueblo
ni la flor de un solo huerto.
Que sean todos los pueblos y todos los huertos nuestros

                                                                                   Epi





viernes, 10 de julio de 2015

“Ella guarda la lágrima, la esperanza que contiene la Luz”






Lagrimas, lagrimas…
Eterno llanto del hombre sin luz, perdido en su propia inmensidad.
Llanto, llanto…
Generador de mares, cuencas insaciables de eternos manantiales, aportación dolorosa de millones de seres… ¡Y tú Luz! ¿Donde encontrarte?...
Llanto que desborda el alma y ni un rallito, ni un pequeño lamparazo de esperanza.
Y ese éxodo que dura ya demasiado y ese llanto que de tanto derramar, el camino de vuelta ha borrado…

Ella sola… no le hace falta publico, ni otros niños que le acompañen, ya anda acostumbrada, se coge la nariz con los deditos a modo de pinza, corre desajustadamente hacia el borde de la piscina y salta. En su imaginación ha sido algo impresionante, a la vista  del respetable, el torpe trotar de un potrillo recién nacido, que en su alocada carrera hacía la vida, salta y se despeña en esa gran pecera azul zafiro, se hunde en su pureza y saca la cabeza, como si de las profundidades de la mar resurgiera, después de ver todos sus secretos, todo el dolor que sus profundidades guarda…

Y hay que seguir llorando, en busca de esa lagrima perfecta, esa que ha de desfragmentar el espectro de luz y llenar de vivo colores, la senda, el camino olvidado que no es otro sino el viejo lecho del río primigenio, antes del verbo y después de la Luz.
Hizo falta carne para contenerla, un cuerpo sólido de imperfecciones, ese libre albedrío que nos dejo el Creador, el maestro de la Luz, y desde entonces andamos perdidos, a ciegas, de vez en cuando una débil tela deja adivinar el sendero de Luz, por un momento vemos, tan breve y tan intenso que después de ido, nos sentimos huérfanos, solos en nuestra inmensidad.

Habla a la nada, a nadie o eso cree el observador que a su vez es observado por ella, tranquila señala con el dedo a ese pájaro imaginario, que en su mente forman los diminutos azulejos que decoran y circunvalan ese mar particular, lago que se pierde en su memoria, y habla con ellos o quizás habla consigo misma, y como dice el poeta, con Dios un día. Y le recrimina y pone en duda su omnipotencia, su sapiencia… y le recrimina que no ande más entre su obra, y que sea un mero espectador, tumbado en su celeste sofá, viendo como todas las lagrimas del mundo no consiguen ese rallo de luz, esa perfección que libera las almas de sus cautivos cuerpos.

Y tenemos ángeles desangelados, vagando sin rumbo, olvidados, parias en sus  tierras, parias en sus casas, parias del mundo.

Ese mundo egoísta que los rechaza por que no son perfectos… ¡perfectos!, que gracia me hace, perfección en base a qué, ¿quién dicta las reglas que la dejaron sola y apartada?, no pide nada no demanda, tan solo cuando sale del agua un grito, su cara se descompone durante unos segundos que se vuelven eternos, pero no, ella da un giro y una sonrisa llena de luz el entorno, delicada sonrisa, pequeños espejos de cristal, frágiles a punto de estallar, y de sus almendrados ojos que son el mejor verso, el poema más largo que esconde las andanzas de este devenir continuo, con sus momentos de gloria y sus ratitos de escandalosa inhumanidad. Inocencia destilada por sus ojos, su espíritu libre, sin contaminaciones que  apenas sustenta, porque el peso de las lágrimas la doblega, le deforman el rostro, como un gran sol con la cara expandida, como la luna llena, gorda y oronda, en sus noches blancas.  

Luz argenta, en sus noches de fuego, en sus noches de  ámbar para luego desaparecer y llevarse la luz… tinieblas y más tinieblas, Morfeos de insomnios, vagan por la bóveda celeste, sin carro sin estrella del norte sin sueño, fantasmas de lo imposible, anhelando materia, atención y caricias, arrullando al silencio. Que el grito quedo en lo más profundo de la caverna, en la sala de partos de un hospital, grito desconocido, dolor acumulado preparándose para la vida.
Entre algodones como suele decirse, del mundo húmedo a este seco viejo y cuarteado, cicatrices de muchas vidas, de historias inconclusas, acunada de cuentos, viejos cuentos que dicen como debería de ser la vida de maravillosa, placenta rasgada del mundo en busca de oxigeno, se acabo el liquido que mantiene la inocencia y ahora tan solo lágrimas, unas de felicidad y la mayoría de desengaños, de búsqueda.
Loca carrera de miles de seres, de astros que desaparecieron en la inmensidad del vacío, de esa nada oscura, astros que en su destrucción alcanzaron la luz, esa que nosotros vemos y a la que nunca llegaremos. Porque la luz que busca el hombre, esta exenta de polvo de estrellas, es energía pura y redentora, donde acabar los días, con la última lagrima, la más pura. Escama de sal petrificada a la espera de ser hidratada para que ese rallo de Luz la pueda atravesar, lupa improvisada que ha ser faro por donde escapar.

Sale en loca carrera del agua, un liviano golpe en su mejilla la hace girar y una lagrima inocente, pequeño brillante que corre por su mejilla, apunto de caer al suelo, graciosamente saca su lengua y la recoge, la engulle y saborea, sabe que esa lagrima no buscara luz si cae al suelo hambriento, que la hará desaparecer, que ya nunca podrá volver a los arroyos ni llegar al mar ha contar el periplo de tan arduo viaje. Ella lo sabe y por eso la rescata, sonrisa fresca, lagrima de esperanza, la mano acaricia el pequeño  opúsculo que la mariposa en su vuelo depositó en su mejilla, lagrima que se despeña, recogiendo en su liquido elemento el polvo de sus alas y la guarda y  sonríe. Hoy algo menos inocente, pero con esa fuerza que lo llena todo, y su risa se expande, sanando a todo aquel que la recibe, breves momentos de lucidez, de paz y armonía con el todo, que ella  se llevara consigo cuando vuelva a casa, con el tesoro en su interior, con ese rallito de luz que intenta escapar por los ojos, donde el llanto la detiene para empezar de nuevo.

Mientras el gran arquitecto, enmudeció, el gran payaso, prestidigitador  de tres al cuarto… ahora sabemos que tampoco tiene luz, que llora en su omnipotencia, lagrimas negras, creadoras de vacío  y oscuridad, lágrimas por el hijo, el último Prometeo, la última esperanza de luz, que hoy vaga de lágrima en lágrima, de ojo en ojo de sueño en sueño.

Y grito…
¡Poeta…!
Dame tus versos de luz
El llanto del lactante
La lágrima que se escurre,
La que quieta queda
En la rivera de sus pestañas
Y nubla y no deja ver
Habré la exclusa que la mar rebosa de tanto llanto
y dame el verbo de luz
La palabra justa y sin empaques
La fresca risa de ella que todo lo sana
Dame la excusa para la lucha
Los arreos para llegar a buen fin
El calamo duerme sobre el papel
A la espera de que despierte la mano que ha de sustentar el trazo

Mientras ella, bosteza, que el día llega a su fin, come con desgana que el cansancio puede más que el hambre. Y besa al padre, besa a la madre, sonríe a las estancias, guiña a la polilla hermana pequeña de  la mariposa, cierra los ojos y besa, pasando la mano sobre los objetos, con los ojos cerrados protegiendo su pequeña luz.
Regurgitando la lágrima, saboreando su sal,
Lágrima que lenta, llena de suave  luz su estancia  
Se esconde debajo de la sabana para que nadie la vea,
Para que nadie le robe
Eso tan buscado por el hombre,
Ese rallito de esperanza, ese atisbo de luz,
En la región de sus sueños…
                                                                                                                   Epi.