martes, 19 de mayo de 2015

A/A Jordi Evole "Con todos mis respetos a Silvia y a tantos otros…"



Con todos mis respetos a Silvia y a tantos otros…

Cuando intentas contar la historia convulsa de este país, y no tú precisamente Jordi, sino aquél que por desgracia ha sido actor directo, ya sea el malo o el teóricamente bueno. Siempre, siempre encontrarás detractores, ya por que fueron el resultado de ser las verdaderas victimas de ese relato, ya porque fueron los artífices del mismo o la postura más asquerosa, que es la que han tomado los distinto regimenes  de este sacrosanto país, desde la republica, la guerra civil, la dictadura o simplemente el saqueo, la mofa y el recorte de libertades más bestia llevado a cabo desde la instauración de la democracia, con sus partes positivas y con sus excesos negativos. Esta visto que nos creen inmaduros para recibir a secas lo que ha acontecido a lo largo del siglo pasado y los albores de este. 


Si hablas de Republica ¿ese es un rojo de mierda! Si hablas de la guerra civil ¡Tú no estuviste, no viviste esa barbarie, eso fue padres contra hijos, hermanos contra hermanos, cuando fue simple y llanamente el interés de aquellos que quisieron, coger por la fuerza, lo que la palabra y las pocas razones no les permitía tener, recuerden la frase “Venceréis pero no convenceréis”. Si hablas de la literatura de posguerra, de aquellos que no abandonaron el país, porque no pudieron, no quisieron o simplemente les toco, a algunos nacer, a otros pasar de la adolescencia a ser los hombres grises, parte involuntaria como una gran mayoría, actores comparsas de esos que llamamos dictadura. Tarea difícil de escribir bajo la atenta mirada de la censura, (que ahora quiere volver a hacer gala los de turno con su ley mordaza) decimos simplemente, sin cuestionarnos nada “esos son fachas, escribían apoyando al régimen.
Cuando el interés de algunos descendientes, es simple como el querer desenterrar de las cunetas a sus familiares desaparecidos de forma tan cobarde tanto en un bando como en otro, porque lo mismo te daban un paseíllo, que te invitaban a una Checa, que el tiro en la nuca, la vejación y la purga, fue practicada tanto por unos (salvadores de la Patria) como por otros (salvadores de las libertades). Para luego contar la historia como les ha salido de los memoles, mintiendo a lo bestia, modificando las cronologías y satanizando a unos y a otros. Mientras las verdaderas victimas, ese pueblo influenciable, hartamente manipulado, golpeado, ninguneado, que pasa del sueño a la pesadilla, de la comprensión al odio más profundo y que como todo pueblo mal educado, mal enseñado, que ha tenido que mamar a los reyes godos, por que el resto no era historia que nos pudiera interesar… 

Pues así nos va. Mientras nadie mente a nuestros muertos, aquí no pasa nada, mientras los unos y los otros no opinen más de la cuenta. Llevamos la historia negra, la divina y la terrenal como una losa que nos pesa, nos avergüenza, nos produce dolor, porque sencillamente nunca nos hemos parado a dialogar fríamente, con cierta objetividad y distanciamiento. Porque siempre, el más tarugo el más bestia el que más tiene que callar. ¡Ladra y ladra, muerde si es necesario y mata llegado el injustificado momento. No aplaudo al Exmiembro de ETA, (pero si arroja algo de luz, bienvenida sea, ¿visión sesgada? como todas, pero al menos parte de visión, y no a este silencio al que nos tienen acostumbrados esos que deciden, que debemos saber y que no sobre muestras miserias o alegrías, sobre nuestra historia, la misma que nos ha marcado y nos ha hecho tal como somos hoy). sobre lo que ya se sabía de esta banda armada. Que simplemente se dedicaron a sembrar el terror discriminadamente, que digo yo, después del atentado de Carrero Blanco, tenían que haber desaparecido como tal y jugar  en la liga de los partidos, con las palabras y los hechos por mejorar y pasar pagina.

No se, si habría que llamar a uno por uno, de los descendientes de victimas de la guerra, para poder emitir un programa que informara sobre ese tramo de la reciente historia bélica y dantesca, habría que llamar a uno por uno de aquellos y aquellas mujeres y hombres a esos  niños que sufrieron la represión de la dictadura, la separación o el fusilamiento de sus progenitores, tíos etec. A aquellos cuyos familiares murieron en las cárceles, o trágicamente fueron apestados, apartados y condenados a desaparecer, porque como los cristianos nuevos, tenían que demostrar a diario que estaban con la  peña del alzamiento y con la santa madre iglesia. No hemos aprendido nada, ni vamos por buen camino, los grandes partidos (por volumen, que no por calidad) siguen utilizando la consigna del miedo, la de Pedro y el lobo, para sus intereses particulares.

Los nostálgicos de la barbarie siguen creyendo que andan en la verdad absoluta, que los cuarenta años de dictadura, en verdad fueron de regeneración, de ir poniendo las cosas en su sitio. Los mismos que dejaron muerte y desolación en Bilbao, con ese bombardeo sobre la ciudad y los civiles indefensos (genera mucho odio, demasiado dolor) y de aquellos polvos estos lodos, heridas que aun, en la distancia de los hechos, aun sin cicatrizar, nos exaltamos a la mínima de cambio y somos capaces de destrozarnos, con tal de seguir en la ignorancia que mata la salud general de este país llamado España. Necesitado de una cura pedagógica, de un perdón generalizado, de una explicación con nota alta en las aulas, que vaya acostumbrando a las generaciones de ahora y futuras, a asimilar su propia historia por muy dolorosa que esta haya sido. Que enseñe a perdonar si quiere porque es portador del conocimiento de los hechos pasados, porque ha tenido la oportunidad de hablar con unos y con otros, porque ha tenido la inmensa fortuna de decidir por si mismo, una vez sopesado ese conocimiento que llamamos historia y que enseña a no olvidar para no repetir esas conductas tan reprochables.  

Y, si,  hablar con Silvia
Hubiera sido dolorosamente sano y otro rumbo seguro, hubiera cogido la entrevista, incluso por separado haber opinado, porque ella como tantos otros tiene ese derecho de dar su opinión. Con el dolor con el odio o como en ese momento le cogieran los acontecimientos. Y ha de doler, que encima no sepas el porque matas, a quien matas indiscriminadamente, ni tan siquiera con todo el tiempo que ha tenido, para aprender historia de su tierra y sus ancestros, haber dedicado aunque solo fueran unos días a conocer los nombres, a que se dedicaban esos padres ni que dejaban atrás. Y todo porque a un ignorante rebosante de juventud le dio por quitarles la vida  e irse de farra después. Como si no hubiera pasado nada. Como dioses del holocausto, no sabiendo que carajo defendían a ciencia cierta y hoy por hoy, siguen inmersos en esa ignorancia tan española, en esa vorágine que no respeta nada…


Y, si, estoy de acuerdo en la decisión última de Jordi y  su reflexión

“Pero no le puedo venir a Silvia con milongas periodísticas. Y, por muy contradictorio que suene, le digo que lo siento, y a la vez le digo que lo volvería a hacer. Gracias Silvia por la conversación y por removerme por dentro. Lo volveríamos a hacer, sí, pero gracias a ti lo haríamos mejor.”

Por mi parte como mero espectador, no hizo falta ser más duro, porque no trata de eso, la frialdad demostrada, el distanciamiento y casi el monologo frío por parte del exmiembro-exterrorista  Rekarte.
No estaría demás, entrevistar a algún responsable del estado, si es que queda alguno, desde la fundación de ETA, hasta nuestros días, para arrojar un poco más de luz. Porque toda Historia tiene dos partes, dos verdades a medias y una gran mentira generada por desinformación o falta de la misma por parte del estado…
                                                             Como siempre, sean moderadamente felices
                                                                    Atentamente
                                                                                                            Epi

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