“Fuego fatuo"
Nada que se pueda arreglar.
Nada al final de la
cuenta atrás.
Sólo gatillo, trueno
y pólvora.
El mensaje llegó en
cápsula de plomo, dejando el lacre a la entrada, los sesos desparramados por la
habitación.
Nada para la familia,
nada para el juez.
No siempre se ha de
explicar cada acto.
Nada que justificar,
se cansó, tiró por la calle de en medio. Fue su única vía de salida, el último
acto de libertad plena.
¿Cobardía? ¿Locura? Qué
más da, si en el campo de los tristes seguirá de tertulia.
La vida, como todo lo
que la rodea, al final tan sólo es fuego fatuo.
Epi
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