jueves, 27 de noviembre de 2014

De Capa Caida....



Una tos bronca, un esputo, la vista nublada, se mira las manos y entre una y otra cincuenta años, solo ve vacío, desolación, hasta que ellos digan basta. Diez talentos al nacer, y tendrá que dar cuentas al hacedor, no tiene muy claro quien, pero es sabido,  que es una cita ineludible.
Le jode sobre manera esta esclavitud impuesta desde la cuna, este dirigir su destino sin su permiso. Llego al paraíso con una mano detrás y otra delante. Cosechador de historias, lector empedernido al que un día le dijeron “Que no todo esta en los libros, que fuera en la vida hay más” y es cierto, no todo esta en los libros, pero el dice que “que los libros están en todo, tan solo es la vida poética, contada de otra manera, más reposada, sin filtros, aderezada con cierto estilo, por que la dureza de la misma, necesita distancia para objetivarla, necesita distancia para disculparla, para no pedir cuentas. Adormecerla lo necesario para seguir comulgando cada mañana con el bendito sol.
Adán y Caín, ¡nada de Abel!  que nunca se le ocurrió hacer la pelota al mandamás, aun no entiende esa forma de putearse de la raza humana hacía sí misma, consignas viejas y nuevas, días conmemorando utopías. No es que la vida haya sido mala, no seria justo de su parte, un poquito de todo, días de color y oxigeno, días turbios, desolación del alma.
Soledad impuesta por el devenir, impuesta por otros que pensaban que era una propiedad, unas veces lobo, la mayoría cordero, corazón grande recubierto de escamas de acero, sólo para que no le hicieran daño, mente privilegiada, por donde escapar del frío, y en la calidez del ensueño refugiarse en esos mundos paralelos donde solo tiene cabida él, en ese ranchito particular, donde se siente parte del todo. Capacidad de abstracción que tiene el ser humano para sobrevivir y con la ayuda de cronos, amortiguar las caídas, cicatrices viejas, que cuentan historias, levanta la vista y sonríe, caras amigas, el las eligió, no todo se le iba a imponer. Y ese amor que se le sale por los poros, parte de todos, cuando todos se marchan, los ojos se le cargan de humedad y en su soledad hace planes imagina vidas que nunca podrá realizar fuera de ese mundo onírico. Y siempre habrá quien le diga que es afortunado por estar hasta el ultimo aliento rindiendo cuentas a la hacienda y todo para mantener el ritmo de bienestar insultante de esos que no viven en su mismo barrio, de esos que no conoce y que tan solo si los ve en televisión es por que se han muerto delegando sus bienes forzadamente sobre otros que seguirán reventando al personal para no perder esa noción del paraíso tan particular. Ellos saben que esto es lo que hay, y se trata de estar bien situado, reventando las cabezas necesarias, masacrando las libertades y tachando de vagos a aquellos que no contribuyen con su esclavitud, para seguir manteniendo el tren de vida, de buena vida de esta panda de mamones, que viajan siempre en privado, veranean en pequeños paraísos exclusivos  mientras el resto de desgraciados se parten los cuernos, con antidisturbios, con recortes, con profanaciones, viendo impotentes como van desmontando sus recuerdos, como hunden despacio su nave para dejarlo varado en una playa, acompañado de todos los desahuciados, moridero  donde si o sí acaban todos los desahuciados, con una falsa palmada en la espalda, un gracias y ese reconocimiento a los servicios prestados a la sociedad, ja, ja cuanta hipocresía, engalanar la desgracia para ponerla de ejemplo a futuros incautos, reconocimiento tardío, vamos dar coba al personal, para que todo siga igual de inamovible que siempre…. En fin, gracias por estar en este seudo paraíso, gracias de corazón a aquellos a los que llama amigos por estar ahí. Y disculpen si no esta de acuerdo, con esta forma de seudo vida. Por que piensa que deberían de haberle permitido a él y a todos una retirada a  tiempo, cuando aún le quedaban fuerzas para disfrutar de ese largo invierno, que se instala despacio en  su ser, en ese triste proceso, en esa metamorfosis que es la memoria colectiva de los viejos, para contar experiencias y batallas ya terminadas…¡joder que mierda…!
…Y aun así, sonríe, y celebra la vida como el mejor de los regalos
                                                                                                            Epi

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