PROLOGUILLO
DE ESTE CUENTECILLO
Dicen
los que creen saber, que los cuentos son fáciles de crear. Que tan solo basta que alguien lo desee para
que otro se ponga a contar. Y créanme niños, niñas y mayores también. Los
cuentos son una ardua tarea de paciencia, inspiración y como no… de deseo.
¿Qué como se guisa todo esto? se preguntaran ustedes…
pues bien, yo humildemente les explicare mi parte, que seguro coincidirá un
poco con su idea, de cómo empezar un cuento y llevarlo a buen fin.
Verán, para empezar necesitamos ese estado que
alcanzan los niños, cuando están tranquilos; si te fijas bien, parecen estar en
otro mundo, ajenos a la realidad pero sin marcharse del todo, con los ojitos
fijos en el vacío, relajado el gesto y son esos breves pero intensos instantes,
en los que se encuentran a caballo entre dos mundos. El de sus aventuras más
delirantes y un pedacito, en este mundo nuestro. Lo sabes por que en ese
instante te invade el deseo de abrazarlos, y darías todo lo que tienes por
volver a ser niño también.
Pero, si los llamas por su nombre, te miraran con
sonrisa bobalicona, como idos y no debes de insistir, has de dejarlos en ese
estado y unirte en silencio a ellos. Como mucho, un breve abrazo, una
carantoña, y a veces con un leve
suspirar basta. Andar con cuidado, compartiendo ese efímero paréntesis, dejar
que nos inunde y consigamos participar sin esfuerzo de su mundo más fantástico
y secreto.
Igual que el deseo…
Alma de nuestras emociones, que reina en nuestra
mente, en ese constante vaivén, entre la isla de nunca jamás y la realidad de
nuestra existencia. Ser el Capitán Garfio, Peter
Pan o Campanilla, un poco los niños
perdidos y otro poquito de Wendy. El simple deseo de demorarnos en ambos
mundos. Soñar con reinos encantados, seres fabulosos, duendes y caballeros, con
algún otro dragón… ya saben, que sería de los cuentos sin ellos.
¿Y que me dicen ustedes de la curiosidad?...
Por que no hay nada como la curiosidad, motor de la
evolución, seguro de nuestra supervivencia y la de otros seres, capaz de
abstraernos de la realidad, para viajar a esos mundos que creímos perdidos.
Como se suele decir, todo existe mientras haya algo o alguien que lo recuerde,
y crea que es posible, a cualquier edad, moverse entre la fantasía y la
realidad.
Bueno creo que con estos ingredientes, si no todos, si
los necesarios para poder ir hilando pacientemente, la manta que nos ha de
cubrir y como capa de Buhonero, coser las historias a ella, para que cada noche
nos acune con la primera que el azar quiera regalarnos.
* * *
Y la mar dijo….
- Que te pierdes Buhonero, que coges una palabra y la
hilas con otra, olvidando que Manolito es niño todavía.
Razón tienes, como siempre, vieja amiga. Y mirando de
reojo a Manolito chasco los dedos, desprendiéndose de ellos un polvillo dorado
que atrajo la atención del niño, que ahora miraba como hipnotizado.
Que grande y terrorífico era ese dragón, los ojos como
dos grandes rubís, las alas verdes, de la mandíbula le colgaban a modo de barba
un manojo de hilos de plata, dientes grandes y afilados, con dos colmillos como
estalactitas blancas y puntiagudas daban muestras de su eterno vagar por el
mundo de los sueños. Vino a sentarse al lado de la pequeña que dormía
placidamente, esta, en un movimiento involuntario acaricio su cabeza y el
dragón le hablo gozoso – guau, guau.
¿Pero no es un dragón?
En su sueño, si, Manolito, en su sueño…. ¿continuo?
Si por favor
Selena, dio al interruptor y el Sol se apago, en su
lugar apareció un manto estrellado… pero que raro no estaba la Luna
¿No?
No… era la
señal que Pentisilia estaba esperando, amparada por la noche salio por la
ventana de su cuarto, bajo al pequeño estanque que había por detrás del
castillo y saltando de nenúfar en nenúfar, llego hasta la muralla, subió a lo
alto, descolgándose por el otro lado, donde impaciente la esperaba el
caballero, con otro caballo para ella y su arco. Se dieron un abrazo, un hola
bajito y salieron prestos a buscar a Selena, que los esperaba nerviosa; se abrazaron y con la
sonrisa en los labios se alejaron veloces en sus caballos, hacia su pequeña
aventura…
Que has tardado, le reprocho Pentisilia
Por culpa de mi hermana, le tuve que contar un cuento
de dragones para que se quedara dormida
Bueno, mañana no hay nada que hacer, tercio Lancelot,
y estas cosas hay que hacerlas poquito a poco. Ahora todos duermen y no nos
echaran de menos
Por fin la luna fue saliendo, por lo visto el
Sol la eclipso para que esta se pudiera cambiar y con ese vestido que tanto
gusta a los locos, el que despide esa luz argenta, en esas noches que no hacen falta antorchas
para guiarse. Son esas noches, en las que tan solo con la claridad de su manto,
basta para averiguarse las caras y andar los caminos que el correr de sus
caballos iban creando a medida que avanzaban.
La mañana se presentaba tranquila, una más pensaba
Neleta, la pequeña ondina que habitaba desde hace más de 200 años, junto a la
poza, que llamaban del Sueño. El tiempo
y el continuo caer del agua, de esta impresionante cascada conocida como el
Soplo de la Vida,
fueron dando forma a este frondoso valle. Estalagmita primigenia, nacida del
llanto de la Diosa Nix
(la noche) a la ausencia de su hijo Morfeo (dios del mundo de los sueños).
Nadie sabía exactamente donde se encontraba la cima,
pues a medía altura y eso serian unos tres mil metros o más, siempre se
encontraba rodeada por un tupido manto de nubes. Eso cuentan los hombres,
aunque nadie lo sabe a ciencia cierta pues hablamos de otras edades, entonces
esta raza no era ni tan siquiera un proyecto en la naturaleza.
Señora esta, que tiene la difícil tarea de crear y
hacer desaparecer en un orden establecido, todo lo que cubre el ancho cielo.
Señora que tuvo que aliarse con las estrellas, la luna y el sol para poder
experimentar con la vida. Desde entonces las cosas que tienen que ver con ella
marchan mejor.
¿Buhonero?
Si
¿Donde nació Neleta?, preguntó Manolito
Bueno, cuentan que llego desde las tierras calidas del
Sur, cuando apenas era más grande que un pensamiento, salió del profundo bosque
y aprovechando los vientos que viajaban al norte en invierno, les pidió que la
llevaran con ellos.
¿Por qué?
Seguro de ello no estoy, un día eche mi red en la
orilla del mar y por casualidad pesque su historia que me llego grabada sobre
la concha de una vieja tortuga marina, ni los niños de la mar sabían de su
existencia.
¿Y que decía esa historia? Buhonero
Sonreía satisfecho el Buhonero, pues Manolito por fin
estaba relajado, e inmerso en el cuento, que la mar le había regalado para
entretener a Manolito, mientras llegaba su regalo.
El rumor que corre, dice que es la última de su
especie, se las conocía como Fosegrin, y su canto mágico hacia bailar a los
árboles
¿Y por que se fue?
Más bien regreso a su hogar. Por equivocación nació en
el sur, en tierras calidas, pero desde siempre tubo el anhelo de las frías
montañas del norte, de sus cascadas, pozas y frondosos valles.
Ah
Una vez aclarada la procedencia de Neleta,
continuó el Buhonero con su historia…
Neleta, pequeña y delicada en apariencia, apenas casi
dos palmas de la mano de un adulto, el pelo largo y rubio, cuando habla parece
susurrar. Como si temiera molestar al viejo Dios Pan.
Señor que por norma andaba asustando a los pastores
que se adentraban en sus dominios y hacía correr despavoridos a los rebaños que
estos apacentaban. Normalmente no es que
fuese malo, más bien travieso, pero eso
sí todos sabían que le encantaba dormir al mediodía después de sus correrías y
de haber comido copiosamente, era entonces cuando debía reinar el silencio más
absoluto. Tan solo una vez fue molestado por una algarabía de voces, pues
hombres y duendes celebraban la gran cosecha, hacía el mes de junio, en el
solsticio de verano.
Las voces y la música fueron llevadas por la suave
brisa hasta los dominios de Pan, arrancándole de uno de sus sueños preferidos,
que era soñar con un apetitoso cordero, un buen cuerno de vino que su amigo
Baco le regalaba todos los días, ya que entre ellos siempre había existido una
buena camaradería. Como decía, al ser despertado de su siesta, emitió tal
sonido de su boca que hizo entrar en pánico a hombres y duendes y desde
entonces nadie osa alterar el silencio que reina a esa hora del día, donde todo
queda envuelto e un sopor, parecido al sueño de la noche que trae Morfeo en su
capa celestial cuajada de luceros y estrellas…
Ahora es momento de dejar el cuento, Manolito
No Buhonero, por favor, si solo acabas de empezar
Ha llegado la noche, Morfeo esta tendiendo su manto y es
un arduo trabajo, coloca las estrellas, no de cualquier manera si, no formando
dibujos, creando formas y recuperando algunas olvidadas.
Pero yo quiero escuchar el resto del cuento, Buhonero
Bien, túmbate en la piedra y mirando el cielo busca
una constelación con forma de dragón
Manolito se tumbo y busco ávidamente las estrellas que
formaban la constelación del dragón.
¡La veo Buhonero, la veo!, ¿Qué bonita es?
Si Manolito, es preciosa, ahora mírala fijamente y no
la pierdas de vista
* * *
Miraba y remiraba Manolito, por no perder al
dragón de vista. Nunca había imaginado que en el manto de Morfeo, pudiese haber
seres fantásticos, a decir verdad miraba al cielo como hace todo el mundo. “Que
bonita la noche” y mira, parece que hubiesen tirado las estrellas a manojitos
por ver como quedaban. Y como la noche por lo general suele ser bonita y el
cielo tan inmenso, que a uno, no le daba por aislar grupos de estrellas, porque
todas juntas ya eran preciosas en si y bastaba con eso.
Sin darse a penas cuenta, Manolito se fue quedando en
ese camino intermedio que hay entre la vigilia y el sueño, agustito, con la
mirada perdida en su dragón. Sin percatarse que tumbados a su lado fueron
apareciendo sus amiguitos de la otra orilla del mar. Primero Bruno, que se hizo
un ovillo sobre su barriga, en su pecho sintió la leve presión que ejercía la
cabeza de la pequeña Ángela. Mas adelante el caballero Lancelot, y sobre su
estomago posada la cabeza de Selena y la de este sobre Pentisilia que a la vez,
el mar como en otras ocasiones le acerco una ola de espuma de mar, a modo de
almohada.
Sonreían todos sin mediar palabra. De pronto Manolito
se sintió transportado, creía volar cuando de pronto se encontró solo con un
dragón sentado en el suelo y se asusto…
No temas Manolito, me llamo Yul y como puedes
comprobar soy un dragón y no uno cualquiera. Me pusieron ese nombre, por que
nací en la luna de la noche más larga y te encuentras aquí, porque te mando mi
viejo amigo el Buhonero.
¿Y por que me mando el Buhonero hasta aquí? .El me
estaba contando un cuento, que pesco de la mar, luego me pidió que buscara un
dragón en las estrellas y apareces tú
Es sencillo… la historia se llama “la Noche Oscura de los
Dragones” y nadie mejor que yo para contártela ¿no crees?
Aun se encontraba algo asustado, pero observando al
dragón blanco se fue tranquilizando, hasta creía haber visto antes esa mirada
amiga en otro rostro, aunque no de dragón, pero le daba confianza y se dejo
llevar por la grave voz de Yul.
¿Donde nos encontramos?, pregunto
Si miras a tu derecha podrás ver, solo en parte la
gran estalagmita, conocida como las lágrimas de Nix
¿Las lagrimas de Nix? y ¿quien es Nix?
Nix, es la diosa de la noche, ella es quien guarda ese
mundo, y su llanto duro siglos por la perdida de su hijo Morfeo, que un dios
sin escrúpulos y miserable mato, por revelar secretos a los pueblos de tu raza
para que vivierais mejor. El llanto fue haciéndose roca a medida que llegaba a
la tierra hasta convertirse en montaña por la que desciende como una catarata
el agua, y esta es conocida como la “Cascada del Soplo de Vida”. Si miras abajo
veras una gran poza, que se llama “Poza
del Sueño”
¿Poza del sueño?
Correcto, poza del sueño y junto a ella vive la ondina
Neleta, es tan pequeña que yo no puedo verla, pero se que esta ahí.
¿Y como lo sabes?
¡Escucha!...
De pronto manolito se levanto y se puso a andar pero
Yul le soplo sobre la frente y volvió a sentarse, el quería seguir ese hermoso
canto, le hacia daño y le llenaba de alegría a la vez. Que sensación tan
extraña y placentera.
¡Anda Yul! esta contando la historia de Morfeo, y dices
que vive, ¿pero no murió a manos de ese dios?
¡No me comento el Buhonero, que fueses tan impaciente!
La canción
cuenta, como Morfeo, muere a manos del díos, y antes de soltar su último
aliento este es rescatado por su hermano Tanatos, que a su vez es el díos de la
muerte y lo lleva a presencia de su padre Hipnos que es el dios del sueño,
concediéndole el poder de volver cada noche para cuidar el sueño de todos los
seres vivientes, incluidos los dioses
¡Mira Yul! los árboles parecen bailar
Si, los árboles están bailando, es la magia que
desprende Neleta cuando canta. Ellos aprovechan el canto para viajar, aunque a
todos les parece que bailan
¿Y a mí, por que no me dejas marchar hacia ese canto?
La razón es simple, la segunda propiedad del canto es
letal para los niños, los atrae y los ahoga en la Poza del Sueño. Es una
antigua maldición de las Ondinas de su especie
¡Las Fosegrin! grito Manolito encantado
Muy bien Manolito, veo que has estado atento a lo que
contaba el Buhonero. Derrame mi aliento sobre tu frente para frenar el hechizo.
Has venido a mi por medio del Buhonero y mi deber es devolverte sano con él.
Gracias, musito el niño. Y ¿que hace con las personas
mayores?
Lo mismo que hace con los niños, pero a ellos no los
ahoga, los dirige al río Lete, o del
Olvido y vagan errantes por toda la eternidad, recobrando un poco de luz y de
vida cuando ella canta, pues el eco de su voz es arrastrado por las ondas que
provoca sobre la superficie del río y cuando calla vuelven a su monótono vagar
¿Y los dioses no saben que Morfeo vuelve cada noche?
si, pero Nix, antes de que Hipnos pudiera hacerle el Guardián de los Sueños, hablo con
Tantos para que este lo sumergiera en el río Lete y así durante un tiempo, a
los dioses se les olvido que una vez existió Morfeo
Pero los dioses pueden volver, ¿no?
No… temen a Nix “la Noche Eterna” y a Tanatos la
muerte, ni siquiera ellos son tan atrevidos como para osar buscar a Morfeo
¿Entonces
Morfeo vive en el río del Olvido?
No…Morfeo habita el mundo de los sueños, cada noche
cuando sale, moja su cuerpo en el millar
de gotas que produce la
Cascada del Soplo de Vida y es cuando se hace visible,
precediéndole detrás su oscuro manto cuajado de estrellas.
Ah... y la historia de los dragones ¿Cuándo me la vas
a contar?
Todo a su tiempo, y como dicen por ahí, poquito a
poco, que es como se han de hacer las cosas, contar las historias y disfrutar
lo que estas nos deparen.
* * *
-I-
“la Noche Oscura de los
Dragones”
Es la hora de acunar el sueño, ese velo traslucido que
envuelve nuestra historia, la hora bruja, buena o mala. Es la hora de dejarse
llevar placidamente, a esa región mágica y fantástica, que muchas veces
confundimos con la realidad.
Hoy en honor a esos seres mitad mitos y mitad reales,
los Dragones…
I
Por la margen izquierda del gran río Lete, se acercaba
una pequeña, ¡que digo pequeña!, reducida compañía de tres jinetes, dos jóvenes
amazonas y un caballero. Que entre chanzas y risas, iban despertando a los
seres que habitaban el lugar, pequeñas carreras, la sensación de ser
observados, cuchicheos en lenguas extrañas, que la bruma de la mañana no dejaba
ver a sus propietarios. Morfeo hacia escasos momentos que termino de recoger su
manto de estrellas, el lucero del alba anunciaba el nuevo día. Día que no tenia
pinta de ser como los demás, el sol peleaba por hacer valer su luz, pero una
densa niebla entre gris en algunos sitios y negra en general, dejaban apenas
ver unas fumarolas rojas en el horizonte.
Extraña mañana, pensó Pentisilia, que sin decir nada,
pero con mano en su empuñadura y ojo avizor miraba desconfiada al nuevo día
Podíamos parar.
Selena nunca tenia prisa, le gustaba mirar tranquila
esos parajes, que a pesar de la casi totalidad
ausencia del sol, eran de una belleza extrema y por que no, bajarse del
caballo, y sentarse en el claro del camino, donde parecía haber crecido una
mullida alfombra de hierba, cuajada de diminutos lirios morados. Es como si en
su retirada Morfeo, les hubiera dejado parte de su manto para que descansaran.
Este es buen lugar, paro Lancelot a su caballo y
desmontando miro los alrededores, todo parecía tranquilo, dejaron los caballos
sueltos, que comieran a su antojo y se refrescaran.
Que paz se respira en este lugar
No me fío de
esta quietud
Tú siempre
igual, ves peligros donde no los hay
Te digo que no me fío, has visto por casualidad a
alguien, ni los animales se dejan ver y esa no es buena señal
Bueno, descansemos un rato, el viaje ha sido largo y
todavía no se donde estamos, ni a donde nos dirigimos, tercio Lancelot
Si, tienes
razón, descansemos, fue el paso por ese túnel horadado en la roca, el que tenía
esas extrañas inscripciones a un lado y otro de las cabezas que parecen de perro, o, dragón, esculpidas.
¿Alguno sabe
que significan?
Ni por asomo, esta vez parece ser distinto, es como si
nos hubieran cargado de años y nuestros cuerpos se hubiesen transformado.
¡Si! dijeron ellas al unísono, mientras se miraban y
remiraban con curiosidad y coquetería…
* * *
Yul, sus nombres me suenan, son los niños, mis amigos
del otro lado del mar, pero es como si hubieran envejecido, ellas y el
caballero han madurado, ¿Cómo puede ser?
El tiempo vive en la arena de la playa, donde tú juegas.
La mar, esa señora caprichosa, comparte con el,
misterios insondables. No lo puedes tocar, ni ver, no tiene olor, viaja
a lomos del viento y sabemos de él, por la erosión de las rocas, y el vaivén de
las olas. Tan solo Cronos y Poseidón conocen sus entresijos. Arcanos
dioses olvidados por el hombre.
Yo piso la arena de la playa, y solo veo destellos,
trozos de concha y algas secas
En los destellos que tu ves, en realidad son pequeños
trozos de cuarzo, cada grano reflejan el paso de diez años en la edad de los
hombres, y solo, si tienes el favor y la estima de la mar, veras como al
reflejarse la luz, aparece un rostro de niño en unos, el germinar de una
semilla en otros y según juega con ellos la luz. El rostro de niño se convierte
en anciano y la semilla en vetusto roble
¡Ah!
La mar antes de que el Buhonero, ayudara ha preparar el
sueño de este viaje, le pidió que los envejeciera un poquito, y la mar coloco
sobre la espalda de cada uno un granito de cuarzo. Por eso ahora los ves más
maduros, pero solo diez años en la edad de los hombres.
Y que edad se suponen que tienen ahora
Es fácil Manolito, cuando os conocisteis tenían 6 años y
eso si no me equivoco, fue hace un año
Sí, ahora tienen
siete años, cada uno
Pues súmale diez y sabrás cuanto han envejecido
Diecisiete Yul, diecisiete ¿y es por la aventura?
Entiendo Yul, no son niños, y si escuchan el canto de
Neleta no los podrá atraer para luego ahogarlos, ni son adultos para no
conducirlos ni condenarles a vagar eternamente por el río Lete, el río del
olvido
Aprendes rápido...eso es bueno
Miro con amor al muchacho, y este sonrió, mientras su
corazón se aceleraba, pues intuía que el también viviría esta aventura con
ellos. ¿Seria este el regalo que la mar le prometiera hace un año?
*
* *
Levantaron sus
cabezas, dirigiendo al unísono sus
miradas. Desde el norte llegaba un
viento calido, extrañados se miraron, ya que en la lejanía se divisaban las
altas cumbres nevadas y el viento habría de ser, si no gélido al menos fresco,
se hallaban en la frontera sur, el invierno se encontraba en su apogeo, tanto
como para liarse en la capa, y sin embargo sentían un calor que no correspondía
a esa época del año.
Como decía, el
viento alborotado, traía consigo un millar de rumores, voces de toda la región.
Lo anunciaban
los árboles, el eco que rebotaba de piedra en piedra, el correr del agua, lo
venteaban los caballos que nerviosos pifiaban. De la garganta de la gran
catarata, como un agudo silbido se escuchaba esta voz de alarma…
¡Correr!, la
bestia ha regresado, más violenta que nunca, y no viene sola, con ella desde
todos los puntos de la región le acompañan, los sin nombre, aquellos que fueron
desterrados.
Los ojos de Yul
se encendieron de un rojo abrasador, la alarma se había instalado en su ser,
conocía esta vieja sensación de pánico,
que creía desterrada.
Manolito se
asusto ante su mirada, que parecía atravesarlo. Yul miraba más allá, había
escuchado los rumores y estaba preocupado. La paz hacía tiempo que se había
instaurado en este mundo, pero el siempre se decía para sus adentros, que nada
dura para siempre.
El delicado equilibrio
que tanto había costado crear, se estaba desmoronando a marchas forzadas, se
veía en la imperiosa necesidad de abandonar al Muchacho y averiguar que estaba
pasando
¿Qué pasa, Yul? pregunto algo nervioso
Nada, Manolito, le dijo suavizando la mirada, hasta
que el pequeño se tranquilizó.
Soplo sobre él, hasta que este empezó a cerrar los
ojos, callo sobre el ala del dragón y este aprovecho para colocar un trozo de
cuarzo en la espalda. El buhonero se la había dejado prendado en el pantalón antes
de salir. Yul tan solo tuvo que esperar el momento para recuperarla.
Ya esta, cuando despierte, habrá cambiado de cuerpo y
no recordara nada.
Abrió sus halas y desapareció, como si nunca hubiera
existido, dejando tras de sí una estela blanca. Una estela, de dudas y
angustias, ambas, que lentamente se fueron
instalando en el corazón de los habitantes, de la región…
* * *
¿No oyes, Selena como un retumbar, como si una manada
de búfalos blancos se acercara en
estampida?
Ahora, sí, Pentisilia. Siento que alguien o algo se
acerca, es como una nebulosa azul, pero
no veo que o quien la provoca.
Estate alerta Pentisilia, no sabemos que pasa y no
deben cogernos desprevenidos. Selena recoge los caballos y sácalos del camino
-II-
El Guardián de los Mundos “ojos de
zafiro”
El guardián de los mundos, se dio la vuelta y saludo a
Yul. Como este esperaba, no se acordaba de nada, es como si siempre hubiera
sido el Guardián, o como todos le llamaban el caballero de los “Ojos de
Zafiro”, pues, eran estos de un azul intenso e iluminaban todo aquello que
poseía, armadura, caballo, espadas, incluso el polvo que levantaba al cabalgar
era azul.
Fue Ojos de zafiro quien pregunto, por Cíclope, al hilo
de una conversación que parecía olvidada
¿Y Cíclope, esta de nuestro lado?
Si, podemos contar con él
Siguen siendo fuertes los lazos de vuestra amistad
Lo son, amigo…
La mente de Yul se perdió en los recuerdos de su memoria,
en el
breve, pero intenso encuentro, que tuvo con Cíclope, y la hermandad que
nació de este.
Cíclope, que Ya desde pequeño, estaba destinado a vivir solo,
condenado por su terrible poder destructivo. Nació con un solo ojo por eso le llamaban
cíclope.
Se rumoreaba que era un hijo olvidado de Helios,
engendrado en las profundidades de la tierra, donde el magma es una gran bola
de fuego, lo que los sabios llaman el núcleo. Parte destructiva y necesaria
para la vida en el exterior. Creadora de montañas, islas y de extensas regiones
que el pasar de los siglos había ido dotando de vida, en profundos valles y
espesos bosques e intrincadas y altas
montañas, de nieves eternas.
Condenado a vagar solo, no salía de su gruta por miedo a
destruir la belleza que tanto había costado crear. Irascible en el trato por
años de soledad. Amaba sobre manera, la vida que fluía a borbotones de las
entrañas de su cueva, de su mundo incandescente.
Fue Yul quien dio sentido a su existir, quien con
paciencia le enseño a controlar su desmesurado poder, le enseño como mirar
desde la lejanía, sin que su visión hiciera arder aquello en lo que su
curiosidad, hiciera posar su mirada. Fue el mismo Yul quien le propuso ser
guardián de la puerta, que cerraba el mundo a las tan temibles tormentas
solares, haciéndolas más benévolas si cabe, consiguiendo el equilibrio
necesario para la vida.
Tú le diste la paz
que necesitaba, y tu amistad
Le di eso y mucho más. Derrame mi aliento sobre su ojo,
consiguiendo enfriar su fuego abrasador, a partir de una jornada de distancia. Y el me dio parte de su
poder…
El poder de ver el futuro, y una memoria ilimitada sobre
el pasado, tan importante como lo anterior. Se lo que ha de venir y que lo motiva, puesto que ya paso.
Son los ciclos que rigen el destino. Necesarios para
avanzar y no olvidar, para no repetir
jamás, o poder atajar a tiempo el posible peligro.
Supongo que todo es por algo
sí amigo… todo es por algo, nada se deja al azar , sobre
todo cuando se trata de preservar, y en este caso, es el mundo onírico que
tantos sueños ha costado. Irrepetibles aunque muchos te parezcan iguales. Pero
de cada uno se extrae su esencia, la pureza con la que fueron concebidos,
destilando e hilando despacio, hasta conseguir este entramado, donde viven los
seres soñados.
Es el mundo que
nos queda, a aquellos que un día fuimos uno con el mundo real, hoy ya
olvidados.
Convertidos en fantasía, habitamos los miedos, creamos
los últimos héroes, entrando por la puerta de atrás de los cuentos. Nosotros
que tenemos el poder de transformarnos en humanos, nos disfrazamos de
pescadores de cuentos.
Somos el buhonero, la vieja en el calor de la lumbre, somos titiriteros, los
últimos juglares y los trovadores. Somos el loco del que todos se ríen, mantenemos
a duras penas nuestra existencia, con el efímero sueño de los niños, en
contacto perpetuo con su fantasía y su curiosidad, hasta que crecen y nos
olvidan.
Unas veces, con cuentos de amor, otras de princesas y
caballeros, en otros asolamos naciones… pero siempre intentamos dar un giro
parra que acaben bien, Acosta de perder a uno o más de los nuestros…
Y estamos en paz, viejo Yul
Le llego colgada del viento, la última frase de
Cíclope,
Si, Cíclope, estamos en paz.
Recordó en voz alta, como ensimismado en su pensamiento
¿Con quien hablas?
Con nadie… con nadie Ojos de zafiro.
Recuerda debes cabalgar hasta la margen izquierda del río Lete, has de llegar
antes de que empiecen el descenso hacía el valle, mucho antes de que conozcan a
Neleta la ondina de la poza de los sueños, recaba toda la información que
puedas, y ordena a todas las criaturas que propaguen lo que vean al viento, el
es nuestro Hermes, el correo más rápido, nadie osara pararlo.
¿A quien tengo que interceptar, amigos, enemigos…?
No te preocupes, ellos saben de ti, y serán de tu
agrado y nos son necesarios. Te ayudaran
a salvar este caos, mejor dicho; nos ayudaran
* * *
El Guardián de los mundos, llego exhausto a la altura
de la pequeña compañía, había cabalgado durante una semana parando apenas para
comer unas veces y otras para reconocer el terreno. Interrogando a cualquiera
que se cruzara en su camino, para así tener una impresión más precisa de lo que
estaba ocurriendo. No entendía como los dragones de las seis puertas que
protegían el mundo de los sueños, habían sido abandonadas por estos. A sí como
no entendía, el por que, se habían vuelto contra el mundo que protegían desde
hace siglos, con un odio y agresividad desmesurados.
Desde el inframundo las puertas habían quedado
abiertas y ya no había nada ni nadie seguro hasta que todo volviera a su
normalidad.
Llego como decíamos exhausto, desmonto de su caballo, y
se tiro cuan largo era al suelo. Selena fue la primera en saludarlo
Hola Ojos de Zafiro, te estábamos esperando
¡Sí!, te esperábamos desde hace tres días, sentenció
Pentisilia, que en cuclillas y apoyada en su espada, lo observaba de arriba a
bajo sin ningún pudor
Lancelot, se mantenía aparte, sopesando en silencio al
nuevo compañero.
Valla veo que no tendré que presentarme, yo también me
alegro de veros.
Dijo esbozando una sonrisa
¿Siempre eres igual de sigiloso al
acercarte?, solo te ha faltado que las trompetas anunciaran tu llegada
Si desde hace rato sabíamos de tu llegada
Por delante te anticipa el ruido
Por el polvo que levantas y que al viento acompaña
Y como fuego de artificio la luz que desprendes
ja,ja… como para coger desprevenido al enemigo.
Que melindrosos, esto es una guerra abierta, no hay trampas,
es un duelo. Yul me pidió que saliera a vuestro encuentro, pero con tanta
queja, no se si estaréis a la altura. Se jactó el caballero
No, se, si tu estarás a la altura, sentencio con una sonrisa Pentisilia…
Presumido si eres, le espeto selena
¿Presumido?
Quiso decir, altanero, bravucón. Ella no ofende, solo media para que halla paz
Pues la amazona atiza
…¡si! ja,ja,ja, rieron todos
Disculpad si os he ofendido, llevo una semana cabalgando,
parando a duras penas, para comer algo y recogiendo información por donde paso
No te preocupes, no hay ofensa, pues no hay ofendidos
Ya mas distendido el ambiente, llego la hora de las
presentaciones
Veo que sabéis de mí y mi nombre, pero yo el vuestro no
Bien, mientras descansas y repones fuerzas, nos
presentaremos
Y luego tú, nos pones al
corriente de lo que esta pasando. Yo soy Pentisilia reina amazona.
Soy la princesa Selena, hija de la Luna
Lancelot, caballero andante. Es un placer
Una vez echa las presentaciones, Zafiro se acomodo, y
mientras comía les fue explicando la situación
Bien, bajemos a la poza del sueño, donde habita la ondina
Neleta, supongo que la conocéis
Sí, es vieja conocida, y es bien recibida en el reino
de la Luna
Ah, no sabíamos que la conocías Selena
Bueno a mí, algo me ha contado, tu sabes, entre chicas
hablamos más… sonreía pentisilia
Bueno, te la presentamos y seguimos con lo que nos ha
traído hasta aquí.
* * *
Empezaron el descenso, por una vieja senda, esta
discurría muy pegada al precipicio que formaba por esa margen del rió, ya
convertido en cascada. Había que fijarse bien para encontrarla y no pasar de
largo. El follaje que formaban las madreselvas, y las lianas de enredaderas,
que se descolgaban de los viejos alisos, hacían casi impracticable el camino,
según bajaban la luz del día parecía desaparecer, los mismos ojos que los
observaran al llegar, estaban nuevamente dispuestos, como guardianes
invisibles, si no es por el rumor de sus extrañas lenguas no se percatarían de
su presencia. Selena sonreía y saludaba por si alguno de esos seres se dejaba
ver, pero el miedo o la timidez, hacían que eso fuese imposible. Al cabo de dos
largas y húmedas horas, consiguieron vislumbrar a escasos cincuenta metros el
principio de la poza. Una débil luz titilaba sobre las aguas y en sus ropajes,
como un arco iris roto en mil pedazos de pequeñas lagrimas.
Zafiro se
regocijaba siempre con este espectáculo de infinita belleza, el sabía que eran
las lagrimas de Nix. El sentía la muerte
de Morfeo el, hijo de esta. Pero tenia que reconocer, la paz y la belleza que esta ausencia
causaban en el corazón de tan poderosa señora.
Fue llegar al pequeño claro que bordeaba la poza, y
Selena salto del caballo para abrazar a Neleta, la cual era tan pequeña que el
vestido de Selena la ocultaba. De rodillas Selena se abrazo a ella como si
hiciera siglos que no la viera.
¡Neleta hermana!... cuanto tiempo, sigues igual de hermosa que siempre
y ¿como te va?, ¿que es lo que esta pasando?...
Selena que alegría…entre risas, del tiempo ni me
acuerdo… pero tranquila, déjame saludar al resto y preséntame a tus amigos
Hola, soy Pentisilia, Reina de las amazonas… le hacia
gracia cuan pequeña y frágil parecía, pero sus ojos profundos le decían la
verdad de su naturaleza a la par que le desmentían de su aparente fragilidad
Bueno ella ya se ha presentado, siempre es igual de
espontánea, pero es sincera, y a pesar de ser reina, no gusta de protocolos,
más bien los elude… trato de disculparla selena.
¿Y ese guapo caballero? cuchicheo a la oreja de Selena
Es Lancelot, algo tímido al principio, pero es bueno
con nosotras, tiene una paciencia indestructible, aunque a veces marcha solo,
porque aguantarnos a nosotras tiene su merito…ja,ja,ja rieron todas
Hola Zafiro…
Con voz aterciopelada se dirigió al caballero, sentía
por este un amor especial, cuando era niño, lo observaba desde la luna. Cuando
era invitada por esta a pasar unas temporadas y charlaban de acontecimientos
que se perdían en el albor de los tiempos. Lo miraba jugar en la arena de la
playa y envidiaba, el amor que le dispensaba la mar. Ella sabía en realidad
quien era, ese caballero. Eterno niño, que todas las tardes se sentaba en la
piedra a escuchar los cuentos y las historias, que el Buhonero traía prendidas
en su capa, o que la mar le regalaba en el vaivén de sus olas.
Siempre es un placer, verte querida amiga, sabes que
andas en mi corazón y que este te pertenece, tomo delicadamente sus manos,
entre las suyas y llevándoselas a los labios las beso amorosamente.
¡Vaya!, pensó Pentisilia, para un guapearas que me
encuentro, parece tener ocupado ya su corazón…
Se sentaron alrededor de una vieja mesa, con
incrustaciones de lapislázuli y marcas de esmeraldas. Con motivos de una vida
ya pasada, donde los dioses y el hombre compartían un mundo ya olvidado. Con un
cielo azul cuajado de estrellas, con Helios el sol en una esquina, y en el otro
lado de la mesa, Argyris la luna.
* * *
En otro orden de cosas, Can Cerbero ya había urdido su
plan y convencido a los dragones para su oscura causa. Y no fue problema para el gran Can,
convencer a los dragones. Estos habían nacido de las debilidades de los
hombres. La codicia, el rencor, la violencia, la mentira y el excesivo orgullo
de estos. Eran la semilla implantada en sus corazones. Más de dos mil años, de
guardar las puertas por donde entraran todas las miserias, más de dos mil años,
en las mismas puertas para que no salieran. Can sabia de sobra que no
cambiarían, que seguirían entrando, generación tras generación. Es la condición
humana se dijo, hora de recoger el fruto
tanto tiempo esperado.
Los mando, al encuentro de los extranjeros que el sueño había traído. La conjura había
empezado, tan solo esperaba el desenlace.
El más astuto de ellos aun quedaba por convencer, pero no
sería problema para Can…
-III-
De lo que hablaron Cancerbero con
Diamante para sumarlo a su causa
¿Diamante…?
¿Si?
Únete a mí, juntos seremos poderosos
Y rendirte pleitesía
¡No¡ dijo sibilino, seremos uno
igual, repartiremos la cosecha y cada uno gobernara sobre sus ambiciones
¿Quien me asegura que será tal como dices?
Pactemos las condiciones de nuestra alianza. ¡Nuestra palabra, será ley!
Mira can que nos conocemos, dejaste las puertas del
inframundo, mordiste la mano, del único que te dio una razón de existir.
Hades…bah, vive encerrado en sí mismo, no tiene ambición,
se conforma con gobernar de puertas para adentro
¿Te parece poco?, todo lo que sabes de los hombres se lo debes a él
¡Si!, todo lo que se, y maldigo el
día que lo acepte, y todo lo que conlleva
¿No será la envidia lo que te corroe?
Un rugido estallo en la garganta de Can, propagándose por
toda la guarida de Diamante, reduciendo a polvo todo lo que encontraba en su
camino Diamante quedo como su nombre indica. El terror lo petrificaba, conocía bastante bien de lo que
era capaz, esa bestia de Can.
Había dado con el dardo en la llaga y temía su reacción. Sentía
la presión de la pata, sobre su pecho y el fétido aliento que abrasaba su
rostro. Los ojos como centellas le mostraron todo el mal que albergaba, y de
todo lo que estaba dispuesto a dar por conseguir su objetivo. Sería rey, no en
este mundo, si no en todos.
Un día, tu lengua viperina te jugara una mala pasada,
coge lo que te ofrezco o quédate como estas, cuando la tormenta pase no tendrás
nada y lamentaras no haberte unido a mi
causa.
Decidió de momento ser su aliado, pero en su fuero interno se negaba a tener dueño.
Esperaría pacientemente y de momento se uniría a Can
en su proyecto de destrucción. Solo la
duda sobre su futuro quedaba en el aire, si Can gobernaba, de donde sacaría el,
la metería que el hombre le proporcionaba para crecer en poder y riquezas
Tranquilo, solo tanteaba el terreno
No estoy de humor para tanteos, si nos aliamos
respetaremos lo pactado. Y ahora partamos nos espera el resto de la compañía
¿Seremos más?
Si, pero los otros habrán de ser nuestros vasallos o
morir. Veras que te tengo en estima y reconozco tu valía.
Bueno pinta
bien, ¿pero como sé que no les has hecho la misma propuesta?
No lo sabes y tendrás que fiarte
Bien, así será…
Se mantendría alerta, se dijo Diamante, con
Can cualquiera sabe a que atenerse, esto pensaba mirando al horizonte,
intentando que este no se percatara de las dudas que le creaban dicha alianza.
Se sentía amenazado, había estado a punto de ser destrozado, pero consiguió ver
claras las intenciones de Can. De momento aceptaría y más adelante jugaría sus
cartas.
* * *
El viento que todo lo recoge, llevo como redoblar de
tambores, la reunión secreta que mantuvo Can con Diamante. Que Yul recogió,
mientras en la Poza
de los Sueños Zafiro ponía al resto de la compañía al corriente de los últimos
acontecimientos.
Esto es lo que trae el rumor del viento, de la reunión
mantenida por
Cancerbero y los innombrables, y lo que he podido
recoger, desde que deje a Yul…
“Pero ha llegado nuestro momento y no lo dejaremos escapar, ¡ahora es cuando
nos temerán de verdad!, he encontrado la forma de traspasar los mundos y
gobernarlos a nuestro antojo. ... Si no podemos conseguir su esencia,
esclavizaremos su mundo y el Hades lo será todo. Por eso os he reunido,
guardianes de las puertas, que protegéis, este absurdo mundo onírico. ¡Quien
quiere gobernar lo intangible, cuando podemos tener a nuestra merced, aquello
que lo alimenta! “
Tenéis que saber algo… cuando pasasteis por el túnel,
escavado en la roca, os encontrasteis, con unas cabezas esculpidas y con trozos
de una antigua sentencia, escrita a cada
lado, solo es parte del pensamiento del Can Cerbero, que expuso a modo de
disculpa del por que había secundado una guerra, la primera que de las miles
que se han librado.
¡Pues no!, es el Can Cerbero, se mando grabar para que
nadie olvidara los motivos que inspiraron esa primera guerra y que no se
volviera a repetir, Pero por desgracia todo se olvida y más si es en la memoria de los hombres.
¿Y que dice la leyenda?
“Estoy cansado, de
guardar la entrada al inframundo, cansado de recibir la esencia de lo que un
día fueron.
Sé a conciencia de
sus logros, de sus amores y desdichas, mientras sus cuerpos conservan ese
halito de vida.
Envidio su
mortalidad, la intensidad que hay entre el principio y el fin, y cuan frágiles son.
Envidio la
intensidad de ese suspiro, llama que una vez encendida, no dura más que el leve
parpadeo de una mirada fugaz.
Recuerdo, que el
humo atesora y la brisa con inusitada urgencia hace desaparecer. Soplo que
prepara otra venida, de igual o mayor intensidad.
Estay cansado de
guardar las puertas donde se esconden las miserias del hombre, ahora deseo su
halito de vida, sus pasiones, su afán
creador, en fin quiero si no, ser como ellos, ¡si!... dominar al Hombre en su estado puro.
Siempre me he preguntado,
por que no nacería mortal como ellos, ¡maldigo a mis padres la vieja ninfa
Equidna, que siempre me quiso a su lado por toda esa eternidad, solo pensando
en ella y nunca lo hizo en mí!
Hasta que el olvido
de los hombres la hizo desaparecer, condenándome a guardar esta puerta, por
toda la eternidad.
Y maldigo a mi padre Tifón, más loco que Eolo el viento.
Convertido en Huracán, sin paradero fijo, sin hogar. Unas veces brisa para
acercarse a los hombres y las cosas y otras, no sabiendo porque, sumiendo todo
en un caos a su paso…
¡No me olvidéis, porque en el olvido reside mí
fuerza, e intentare siempre una vez más, conquistaros! “
* * *
Malos tiempos se
avecinan y se siente vencedor, él, el
artífice de esta tragedia. Pero para eso estáis hoy aquí reunidos, las cartas están
echadas, los destinos escritos y la gesta de hoy será grabada en las estrellas
para el recuerdo de tiempos venideros. Tiempos que deseamos sean de paz y
concordia, en los que de una vez para siempre vivamos en un mismo mundo, ondinas,
magos, dioses y dragones, juntos con el hombre. No temáis que lo que ha de ser,
será
Les había cogido por sorpresa la presencia de Yul, no
llegaban a entender como, con semejante tamaño, podía llegar a ser tan
sigiloso. Neleta le envió su canto para que este no la pisara, pues sabía que
era demasiado pequeña para que Yul la advirtiera, y este agradecido le sonreía
desde su majestuosa altura. Y dirigiéndose a Pentisilia…
Hola Pentisilia, serás la primera en batirte en duelo
Hola Yul, cuanto tiempo… ¿quien será mi adversario?
Diamante, te diré, que si es listo, no tendrás que
matarle, pues duda de las palabras de Can.
En parte me consuelan tus palabras, háblame de él
Engendrado de la codicia del hombre, y alimentado por
ese amor que ralla lo indecible, que siente este hacía las riquezas, riquezas que
la tierra guarda como parte de si misma y el hombre en su inagotable codicia,
no le ha importado violentarla, ultrajarla, destruyendo en pos de su posesión,
montañas y bosques completos, que se ha atrevido a envenenar sus aguas y por
cuyo brillo, ha llegado a asesinar a miles de inocentes y esclavizar a los al
resto.
Pero aun guarda en la menoría la última guerra por el poder en la tierra de los
hombres,
Entonces convivían juntos. Cuando los dragones fueron
derrotados, los hombres benévolos con el, aceptaron la mediación de Yul y este
le ofreció desaparecer del mundo real de los hombres para guardar la puerta de
cristal, puerta que separaba este mundo, del mudo de los sueños.
En su pacto por seguir viviendo, le dieron esa puerta
para guardar, y cuando la traspaso por primera vez, pensó que un reino infinito le había sido concedido, pues su
morada crecía por día gracias a la codicia del hombre. Tan solo si mantiene ese
recuerdo y le ofertas, la vida a cambio de deponer su aptitud, le será
perdonada.
Parece fácil
No creas, es buen jugador y sopesara la oferta de Can
con la tuya, pero antes luchara, recuerda que es codicioso
Que el destino decida entonces
Sea pues el destino quien decida, ten cuidado… y
soplando sobre ella, la hizo desaparecer, enviándola directamente a la puerta
de cristal.
Una reina amazona, le daba vueltas a la idea, algo
escucho sobre estas mujeres guerreras, buenas luchadoras, muy independientes y
bastante orgullosas. Nunca las había visto en acción, algo confiado pensó que
se divertiría.
Se cuido Yul de dejarla parapetada tras un pequeño montículo,
fuera de la vista del dragón. Quedo Pentisilia sobrecogida ante tanta belleza
muerta, pues eso es lo que eran las joyas y piedras preciosas que bellamente se
encontraban engarzadas en la doble puerta de cristal y que a ella nunca le
llamaran la atención, pues su corona tan solo lucía una pequeña esmeralda,
símbolo de la esperanza para su pueblo. Ni tan siquiera ese personaje del
cuento que todo lo que tocaba lo convertía en oro, ese tal Midas, podía
atesorar tal riqueza, se fijo en el camino que bellamente delineado se
adentraba más allá de la puerta, alfombrado de zafiros y rubíes. Sobre el dintel
un gran diamante delicadamente tallado, repartía la luz del sol en miles de
colores.
La lucha fue dura y desigual; ella armada con una
lanza y un arco, él con todo su poder, sumando que su piel era dura como una
coraza, casi ningún arma podía atravesar, el vientre de Diamante, tan solo el
diamante, era su talón de Aquiles, pero había que estar atento, a la altura del
corazón había un punto negro, una escama que se había descolgado de su anterior
batalla, y eso lo sabía Pentisilia pues Yul se había encargado de informarla
sobre su punto débil.
Bien, señora ¿nos presentamos?
Pentisilia, reina amazona y vos supongo Diamante
Bueno, elige armas, supongo que si te hago una oferta,
podríamos ahórranos tu derrota… soltó jactancioso
Muy seguro te veo. ¡Arco y flechas, y lanza como
último recurso!
Será divertido, mientras expulsaba su aliento
alrededor de ella y al final te convertiré en estatua, pasaras a ser parte de
este mundo inerte que tanto codician los hombres, y tú no creo que seas
especial, ¿o no te gustaría disfrutar de lo que ves?... Como respuesta recibió
una flecha que fue a rebotar sobre su pecho, muy cerca del corazón, Diamante
cambio de estrategia y se lanzo con todo su furor sobre ella. Golpeándola con
su enorme cabeza, lo suficiente para aturdirla, pero aún no quería acabar, la
desigual lucha, acababa de empezar y jugaría un poco más con ella antes de
convertirla en estatua y sumar un trofeo más para su reino, estaba claro que no aceptaría ningún trato.
Apenas podía respirar, el golpe la cogió de lleno,
salio disparada por los aires, dando con su cuerpo contra la montaña, entre dos
gigantescas columnas de jaspe, arrastrándose sin perder de vista a Diamante,
fue hacía atrás, con la lanza en la mano, sin levantarla, se apoyo en la pared
a esperar la envestida final. Diamante hizo su última oferta, pero antes que
terminara de exponer, Pentisilia les espeto…
¿Que has venido, ha charlar o ha luchar?, ¡zanjemos de
una vez y veamos quien ríe último!... Pentisilia se había colocado de tal
manera, que obligaría al Dragón a entrar por entre las dos columnas, esperando
que quedara atrapado. ¡Eres un cobarde, incapaz de derrotar a un ser más
pequeño que tú!, ven si te queda valor, reto Pentisilia en tono hiriente para
el dragón
Diamante, se revolvió, miro con odio a
esa insignificante mozuela, corriendo a toda velocidad hacía ella, no había
medido bien el espacio, la ira le cegaba, y cuando fue a llegar a la altura de
ella. Pentisilia se repuso y sacando fuerzas y valor de donde no quedaba,
corrió hacía el con la lanza detrás de su cuerpo para que Diamante no se
percatara, se la iba a jugar en una baza y no podía fallar.
Diamante en su loca carrera y sin medir
las consecuencias, quedo encajado brevemente entre las dos columnas de jaspe,
aprovechando Pentisilia ese error fortuito, cuando estuvo lo bastante cerca de
él, saco la lanza de detrás y se lanzo contra el corazón de Diamante, llegando
a clavarla unos centímetros, y mirándolo con odio, le invito a rendirse o
morir.
¡Mortal! ¿Crees que con una simple lanza
puedes acabar con mi vida?, no hay material que pueda atravesarme, ahora estas
en mi reino ni tan siquiera Yul puede ayudarte ahora… Pentisilia presiono más
con la lanza y consiguió que penetrara lo suficiente para asustar al dragón
pero no para matarlo…
¡Ríndete o muere!, la punta de mi lanza es de diamante,
Yul me previno, pero Neleta me regalo la lanza
La
Ondina,
debí imaginar que no se estaría quieta en su patética charca, bufo este. Sin tan claro lo tienes, ¡mátame por que yo
no dudare! No sientes como se te va paralizando el cuerpo, es cuestión de
tiempo que yo te derrote… intento retroceder, pero Pentisilia volvió a remeter
y cuando iba a asestarle el golpe de gracia, apareció Yul…
Tranquila Pentisilia, muerto no nos vale
de nada
¿Y por que habría de perdonarle la vida?
El equilibrio, todo es cuestión de
equilibrio, el fin es derrotar a Can Cerbero, pero al resto en lo posible es
atraerlos a nuestra causa o prometernos que serán neutrales
No te entiendo Yul, el equilibrio ¿de
qué? solo representa las bajezas del hombre, los tienta constantemente con toda
la quincalla que atesora en su reino, si lo mato se acabo el problema, ¿no?
No denigres contra mí, al menos tan
ligeramente, soy necesario por que vosotros así lo queréis, represento lo que
sois y más de un caballero de altos ideales, ha muerto en mis fauces por su
avaricia, reconoce al menos que es tentador llegar a mi reino por una misión,
para en el fondo acabar llenando las alforjas de esto que tu llamas quincalla.
¿Eres tú de tan altos ideales, no te tienta nada en particular?
La vista se le nublaba a Pentisilia, cada
vez más débil, no sabía si podría aguantar más tiempo, aunque la tranquilizaba
la presencia de Yul, Se desmayo pentisilia, y los dos dragones llegaron a un
acuerdo, las cosas no se habían complicado más de lo debido, no había
muertes que lamentar y siempre se podía
empezar nuevamente. Se mantendría neutral y conservaría su reino, con la
condición de que no saliera de él hasta que la contienda hubiera terminado.
El resto de las contiendas fueron ganadas
con mucho esfuerzo y valor una a una, fueron llegando a lomos de Yul a la Poza del Sueño, donde se
fueron restallando las heridas y reponiendo fuerzas, con un brebaje que Neleta
les preparara.
Tan solo esperaban que regresara Ojos de Zafiro. Yul ladeo la cabeza, un
sonido apenas perceptible llamo su atención, mando callar al resto y cuando
estuvo seguro, con una agilidad sorprendente para su tamaño, salió volando en
la dirección de donde provenía el sonido, temiendo lo peor.
Cuando Yul llego al inhóspito paraje,
encontró a Zafiro sobre la tierra, una mancha de sangre oscura como la más
negra noche, sobrecogieron el corazón de viejo dragón. Se temía lo peor, algo más
apartado, se encontraba Cola de Escorpión, y en su apéndice se podía aun ver la
sangre de Zafiro, había asestado un golpe envenenando la sangre del caballero,
si no lo curaban a tiempo...
Epi
“ Inconcluso, a la espera de tiempos mejores”
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