Endurecí el corazón
como las viejas piedras de la laguna
Deje que las dudas
me poblaran como hongos
Pequeños líquenes,
micro mundos de la memoria
Ahondando en sus
misterios
Espejo negro de
obsidiana, son tus frías aguas
El deseo pudo más
que la fría tarde
Sumergí mi cuerpo
en tus misterios, que tan celosamente guardas.
*
Memoria
imperecedera en las noches claras
Los dioses bajan a
consultarte
Y es que, no hay
nada como observar sin que te miren
Sin que otra mirada
corte el recorrido de la tuya,
Más allá de esa
nebulosa
Renovación
constante, marco incomparable de perfección
Sentado al borde de
tu elipse
Testigo mudo asisto
a tú último acto
…Ave
fénix
*
Y una dulce
nostalgia me detiene en tu orilla
Sentado sobre esta
calavera de dura piedra
Al caer la tarde,
los viejos árboles que te acompañan
Lucen sus mejores galas, prendiendo de vivos colores
El monótono azul de
la mañana
*
Ya el heraldo toca
su trompeta anunciando el cambio
Blancas pavesas
frías, van alfombrando de blanco
Los viejos
senderos, los intrincados pasos
Que a ti me llevan
Rompiendo en un
instante, la paz…
Y yo por no ser
menos, mi mano penetra sin remordimiento
en tu frío cuerpo
Rasgando el negro cielo,
haciendo bailar a los astros
…Sobre tu oscuro
rostro de obsidiana
*
sobre el mismo
regazo que a ti te guarda
El viejo Urbión, titán que atesora
Las historias, de
aquellos que ya olvidamos
Con el anhelo de
ver como te embellece
La próxima
primavera
…. Impertérritos
esperamos
Epi
Epi
No hay comentarios:
Publicar un comentario