Agradecer quiero y
devolver si puedo al amigo, este hermoso y corto verso o pensamiento, pero
seguro, seguro arrebato de amor. “Otro amanecer y de nuevo tus ojos”
No encuentro la paz que deja la
tarde al cerrar el día
Miro y no te encuentro, agua clara
que anega mi alma
donde brota el sentimiento, la queja
que te reclama
Impaciente pregunto al espacio
y mi voz susurrante se vuelve grito
que hace titilar las estrellas
*
Sinfonía de sonidos acompasados.
En las entrañas de la tierra mandan
silencio
y no puedo
Que de no tenerte siento que muero
*
Pero mis ojos se resisten a cerrarse
y libres te buscan
Los pulsos de la tierra que a mi
corazón alimentan…
Insisten y no me dejan partir.
Y es la razón de la evidencia
la única que obedece a este mi
atormentado existir.
*
Abandonarme quiero como el viejo
tronco
que a la deriva baja en su último
viaje por el caudaloso río,
despidiendo al los verdes valles
*
Que amapolas como gotas de sangre
salpicadas,
van quedando como oscuras manchas,
Pequeñas luces verdes sustituyen a estas
Invertebrados de luz propia
que el amor de una sola noche habrá
de hacerlas brillar
*
Cerrando el ciclo de la vida
desapareciendo sin más
Y no sufren pues se marchitan en un
acto de amor
Alto precio han de pagar…
Convertido en renovación en vida en
luz… en más amor.
El cansancio me invade
Aplacando la desesperación que mi
alma aqueja
*
La hermosa luna, acompaña mis pasos
que al acantilado de la vida me
llevan
El aire de la noche trae el aroma de
las flores,
el dulce ámbar de la resina de los
pinos me embriaga
Y como ¡tan, tan! lejano tus pasos llegan,
la templada brisa que precede al
momento,
junto con el gorgojeo de los primeros pájaros,
Las elegantes hojas caídas,
como viejas danzas, se despiden,
dejando las flores del cerezo
abiertas
*
Mil colores tornasolados en breve
han empezado con la tímida luz del
alba
Pétalos en un principio negro como
chinescas sombras, azulado tirando a plata, como digo ahora, flores lentamente
tornasoladas,
pequeñas damas que al sol en su
paleta matutina acompañan.
*
Y es que, tan solo vale la pena,
pasar esta desmedida condena
Porque todo en su conjunto,
consiguen traerme en…
Otro amanecer de nuevo tus ojos
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NOTA: “Otro amanecer y de nuevo tus ojos”, no es verso mió, propiamente dicho
y en justicia a su autor, lo encontré un
buen día, leyendo la brevedad de un pensamiento que supongo, en un acto de amor.
Este esporádico escritor, por otro lado buen amigo, a su amada dedico.
Y de tan sencillo, hermoso y breve, quise sin su permiso, pero con todos
mis respetos ensayar un poema, que ahora lo dedico a vuestros ojos. Mujeres y
hombres, sin distinción, puesto que va dedicado al amor, directo a vuestro
corazón. Con el deseo pleno sea de vuestro agrado…
¡Va por
ustedes!
Epi
Epi
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