*Somos
un pueblo con una herida sangrante, eterna mal curada, con episodios de amnesia
colectiva, con periodos cortos de felicidad prestada, somos un pueblo de
bueyes, con la frente mansa, somos la quimera de un mal sueño, algo que no
existe. Somos el eterno grito, tan alto que ya no se escucha, tantas veces
herido, que aquel que nos mira, hace tiempo que dejo de sorprenderse, somos
como una imagen de celuloide, cortada en el arrepentimiento y vuelta a montar,
cortada en el odio y vuelta a montar, cortada en la sin razón y vuelta a
montar. El drama constante, el ultraje del padre hacia el hijo y viceversa, del
vecino Cainita en su máxima expresión. Somos el pueblo del todo vale, de la falacia
interesada, del exterminio del pensamiento, somos la negación misma, el
silencio como código, el miedo constante a recordar. Condenados a repetir, el “Déjà vu” de la
locura.
*
-Somos
el eterno pueblo con ganas de salir hacia adelante, con deseos de amar, con el
intento de risa, dibujada en la comisura de los labios. Somos solidarios, de
puerta en puerta, nos batimos el cobre si es necesario.
*
*Pero
somos individualistas con avaricia, de todos los pecados, se vino a instalar el
de la envidia. De todos los males el orgullo de nuestra ignorancia, campea por
nuestras tierras libre de impuestos directos, pero escondida en la manga, la
mayor factura que a una nación como
esta, le cuesta el día a día, ese desangrarse por le eterna herida. Nuestra
maldición, los malos gobernantes, los reyes absolutistas a lo largo de su
historia, los muertos de hambre sin escrúpulos elevados a presidentes,
gobernadores, ministros, alcaldes, presidentes de asociaciones, al más simple
encargado de cerrar la cancela para que no escape el ganado, el genero que ha
de ser sacrificado para engorde de cuatro tarados, a los que no les importa
nada mas que el beneficio propio. Acechan en el sueño, emponzoñando el oído del
durmiente, cortejando a la madre, la hermana, la mujer, a la hija, aves
carroñeras, prefieren la carne gris y muerta, al cristiano viejo y pobre,
ignorante a más no poder, sumiso, obediente y temeroso.
*
-Pueblo
que ha dado hijos sobresalientes, poetas, científicos, humanistas,
conquistadores, aventureros, generosos y cosmopolitas. Gente amable, alegre,
enamorada de la vida, de la tierra. Locos geniales, rústicos con una capacidad de
raciocinio fuera de lo común, de palabra sencilla y sentencia rápida,
pensadores en todas sus escalas sociales, románticos, filósofos que ya
quisieran en otras latitudes y un idioma común, extendido como la pólvora,
donde se han vertido las mejores obras del pensamiento propio y universal.
*
*Pero
reconoce el mal heredado del envidioso. Reconoce el mal del poderoso, falto de
estos atributos. Que aprendieron como loros el arte de la palabra fría y hueca.
Reconoce al reprimido a ese enano acomplejado, refugiado en la sotana, en la
seda y los oropeles. Reconoce la mala suerte de este pueblo, al elegir a sus
gobernantes, ¡miopes pagados de si mismos!.
Niños
que no han terminado de madurar, encerrados en cuerpos viejos, con la hiel a
flor de piel, salvadores de patrias y almas, sin consultar a nadie. Hipócritas,
pájaros carroñeros, obtusos. Que tiran del resto hacia abajo para que no
prospere el país, capaces de negociar con la sangre y el llanto de ese pueblo
universal y generoso. Enfundados en el odio necesario y desmedido, que han de
exterminar, si es preciso por la fuerza, por la represión y las armas, para que
no avance.
Creyéndose
en el derecho, de humillar, en la apropiación indebida de las excelencias, para sus seguidores. Pequeños
cuervos sin luces que se auto castran en todos los sentidos con tal de asomar
la gaita y pasear su famélica visión salvadora de Dios Patria y Señoritingo.
Señoritos de la nada más absoluta, usurpadores de lo divino, amparados por una
fe modelada al antojo y exigencias de ellos, Patria convertida en latifundio a
su servicio, para uso y disfrute de mentecatos, que al pasear levantan la
cabeza, para que todos se fijen en el orgullo de sus vilezas, amparadas por la Santa Madre Iglesia, cueva de
ladrones trasnochados…
*
Sacudamos
de una vez por todas, el yugo que nos atenaza
cerremos
de una vez por todas la herida
Limpiemos
la sangre de nuestro costado
Caminemos
juntos, sin tu más y yo menos… por igual
Saludemos
al nuevo día con una amplia sonrisa
Construyamos
para salir de este pozo
Escala
de hombres, formada para sacarlos a todos
Recuperemos
la memoria, el placer de pasear tranquilos
Volvamos
a los viejos libros de antaño
Que
las cuitas del loco sean nuestras
como
lo son las sentencias del viejo labrador
Quitemos
el peyorativo señor y cambiemos por amigo,
compañero,
hermano
Hagamos
de la libertad un deber
Aventemos
el trigo de la paja
que
pan hay para todos y cada uno en su sitio
Que
aquí entramos todos, bien ordenados, hay espacio y holgura
Que
nuestro grito llegue lejos, tanto que se
tambaleen lo viejos templos
Volvamos
como leones, levantando orgullosos la frente
poniendo
fin a la ignorancia, fin a la intolerancia
Colocando
a esa maldita casta en el sitio que se merece
Purgando
sus desmanes, y si alguno se levanta, que se encuentre a
a
mil para gritarles basta
Y
si insisten en su tozudez, dejémoslos en el camino
Fuera
de nuestras fronteras, sin nada
tan
solo, con pedazo de pan, un cuartillo de agua
Que
hay sitio para todos en esta España, para todos los que quieran
amarla
y compartirla en buena compaña…
Epi
Epi
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