Grito y nadie viene
El pánico me sobrecoge ante
tamaña visión
Y veo…
Veo como de tanto cohabitar, de
tanto alternar, de tanto incesto nacional
Llega el horror…
El horror que nos habré la boca,
pero esta no emite nada
Nadie en nuestro socorro, ni un
hálito de esperanza
Palabras....
No hallo palabras… será por eso
que mi grito no se oye
Luz…
No hay luz que atraviese este
cielo
Como no hay victoria en desigual batalla
Gentes…
No estoy seguro, es como una
mascarada
Y se quitan la mascara y no
tienen rostro
Larga fila…
En larga fila y no se rebelan,
como corderos al holocausto marchan
- ¿de que me habla?
De esperanzas truncadas
De días sin mañana
De noches eternas
De flores pisoteadas
De Príncipes de la Paz
Que venden nuestra tierra sin
importarles nada
Que miran para otro lado y no quieren
ver
Como esta tierra se desangra
Como se vuelve gris y estéril
De seniles testas coronadas que
ya no se enteran de nada
De hijos que ultrajan, que aquí
todo vale…
Y ya nada vale, que a Rey muerto
Rey puesto y que siga
esta bufonada.
Salgo corriendo a tomar asiento
que me espera el visionario Sordo
de mi Quinta
-¿el mismo?
¡si! el mismo, el de la Quinta del Sordo
- ¿y te habla?
Me dibuja que es lo mismo
-¿y te escucha?
Asiento, lloro de impotencia y me
enrabio
Y me avergüenzo, que así también
se habla
Miedo…
Verdadero miedo, he visto el
horror en su pintura
El padre comiéndose al hijo
El superviviente en éxodo
Y a los Jinetes del Apocalipsis,
a los caballeros
Malvendiendo la partía a manos
extranjeras.
- entonces, ¿no hay esperanza?
Si no hay lucha ¡No!
Si no hay orgullo ¡No!
- pues difícil lo veo
Yo, ya ni veo
Mis cuencas están vacías
Mi espíritu preso
-¿hasta cuando, amigo?
Hasta que se nos caliente la
sangre y esta llegue al río
Entonces es cuando estaremos del
todo perdidos
Entonces lucharemos y quizás...
Quizás no estemos vencidos
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