despacio se
asoma, primero se adivina para luego ir dejándose llevar,
coqueta señora
que echa su tiempo en darse entera.
El humo lento
del cigarro hace de gasa traslucida
donde se
envuelven mis pensamientos.
Los luceros
tímidos andan salpicando aquí y allá,
sin querer
quitar protagonismo a tan alta señora.
Algunas aves que
surcan el principio de la noche
vuelan prestas,
que el retraso les cogió lejos,
blancas y
silenciosas, buscan sus nidos.
El barrio duerme
y el dueño de los sueños esparce su manto oscuro,
como cada noche
infatigable da lo mejor de él, pues no se espera otra cosa.
Cada noche como
buen loco enamorado de ella,
guiño un ojo cómplice
y le pido lo que no me atrevo a coger por mi mismo,
es lo que tienen
las ilusiones y los sueños del que anda a la duerme vela.
Inmerso en una
fantasía que lo salva, habitante en mundos paralelos
un mundo para
todo y todos y otro para el sueño solo.
¿Quien no tiene
algo que pedir y quien no tiene algo que dar?
La noche… ¿que
tiene de poderosa? que hace que uno se sienta tan bien,
será que tapa
las miserias, que amortigua los golpes recibidos durante el día,
o simplemente
oculta la realidad por unas horas y nos hace más amables con nosotros mismos.
Me hechiza ese
ir y venir de ella,
y me pierdo
cuando la noche es cerrada en su presencia
se que esta ahí,
que es momentáneo y no puedo evitar maldecir
el natural de
las cosas, me sume en lasitud, me deprime
porque me gusta
ser a mí el que se despide
ella tan altiva
sin proponérselo, me tiene el pulso ganado
tan distante,
que solo la ilusión permite acercarnos
Pero hoy su cara
esta triste, luce fuerte y ve cosas que no deberían de pasar
Ve la miseria
del hombre, la ignorancia el fanatismo que encubre las bajezas, los atropellos
de este ser diminuto y sanguinario, vendedor de libertades usurpador de sueños,
sembrador de horrores de ultrajes, de infancias truncadas, violentadas sin
escrúpulos, de terceros mundos que los primeros han creado. ¡Bastardos,
bastardos!
En manos de unos
pocos tanta riqueza, que bastaría para cambiar la realidad hiriente que nos
invade, que vive instalada entre nosotros con tanta naturalidad
Ha visto como el
dinero corrompe voluntades, la felicidad del primer mundo lavada con sangre de
segundos y terceros
Ha visto como los grandes no se interesan lo
suficiente, como para erradicarlo, como fariseos se rasgan las vestiduras,
Los mismos que
participan de sus beneficios los que justifican los grandes mercados de la
falacia, dónde la vida se mueve en dividendos, basada en la depredación, de los más desvalidos
Ciudades,
barrios, extrarradios, países, naciones y continentes, nada parece saciar ese
voraz apetito de destrucción. Como dijo aquél “Más le valdría al hombre no
haber nacido”
Hoy tiñe de
rojo, hoy no quiere enamorar
Y llora…
Hoy si pudiera
rompería su orbita y se perdería en el confín más infinito y lejano del espacio
Su canto es para
ese asteroide perdido que la desplace o la fulmine
Hoy se debate en
su participación en las mareas
cuestiona su
culpa, cuando no la tiene
la misma que
rige los nacimientos de esta especie maldita
Hoy no quiere
guiños, no quiere que la admire, pues no se siente con ganas
y no tengo
palabras para animarla, nada bello que
dedicarle, son tan fuertes las imagenes, que el verbo ha desaparecido….
Hoy me acuesto y
no tengo sueños, no me los puedo permitir
el luto es tan
grande, que engulle a la noche misma, tan oscura tan dolorosa
que los lamentos
no me dejan dormir… porque yo estando tan cerca del dolor ajeno
tampoco hago
nada por erradicarlo
Envuelto en el
humo del cigarro imagino, y pido sinceramente el relevo de otra especie que nos
erradique
Que no se
asiente y halla aprendido la lección, que su flujo y su gobierno sea el de
antaño, migratorio estacional, en paz con todos y con todo
En armonía y
sobre todo que no acepte religiones ni acumule becerros de oro…
Buen día….
Epi
Epi
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