Cuando el miedo, la soberbia y el poco respeto e
interés por sus acólitos ronda por los pasillos de las sedes, “es que algo no
marcha bien”.
Cuando los mastodontes de la política en este país
no tienen la humildad de acompañar a sus delfines, dejándolos solos ante la
debacle dice mucho y malo de estos entre comillas, “Señores”.
Cuando no les importa la imagen dantesca y de poca
vergüenza que han dado, al no
presentarse ante su electorado, ante la mayoría silenciosa o hay que decir
licenciosa, ante la masiva huida hacia delante de un pueblo que esta hasta las
narices de ellos, porque siguen anclados en sus malas prácticas y en sus
políticas restrictivas, en sus recortes de derechos, en los contratos de
trabajo, en su auto blindaje ante la justicia, cuando se siguen aforando como
descosidos, “es que las cosas no tienen que estar yéndoles bien”.
Cuando los grandes bicéfalos de la política dejan
de asustar con eso de “Que viene el lobo”, cuando los gallitos Marzo siguen
mirando por encima del hombro, intentando mantener el tipo y comprueban que la
gente simplemente se da la vuelta y pasa de ellos como de comer bazofia. “¡Es
que algo esta cambiando!, despacio pero en movimiento”.
Cuando unos desconocidos les arrebatan la
seguridad confiada de sus asientos, el gesto se vuelve grave, como niños
pequeños que les quitan la razón, el caramelo que creían propio por herencia
divina, ¡tiene que doler!
Cuando siguen sin reconocer que han perdido y
hacen mutis por el foro, es que deben de estar pensando, que es pasajero el
dolor de cabeza.
Cuando la única baza es la recuperación económica
que sí o sí, algún día tiene que llegar. “Es declarar que hay más de un cadáver
pudriéndose en los armarios y andan faltos de ideas, de regeneración y en lugar
de aprender e intentar mejorar, siguen anclados al pasado”.
Cuando es tiempo de rectificar, cuando es tiempo
de humildad y de reconocer que las cosas no están bien echas, cuando se les
pide listas abiertas para dar paso a gente posiblemente valida y con ganas de
compromiso por llevar hacia delante a una nación y hacen caso omiso. “Es, que
no se enteran, no se dan por aludidos y que su tiempo esta acabado”.
Y ahora andamos en tiempos de gente nueva, con el “beneficio
de la duda”, con un poco de aire fresco en el arco parlamentario a nivel
europeo. Esperamos que en autonómicas y nacionales, el varapalo de los grandes
sea más fuerte aún y se oxigene el arco parlamentario en España…
Ea, por pedir que no quede
… buen día
Epi
Epi
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