La bruma en la
mañana difumino los caminos
Las verdes
campiñas, las últimas flores no se volvieron para verme marchar
*
Como llegue me voy,
con el primer llanto y la risa sin estrenar
Ahora el eco del
llanto me persigue y ya no hay por quien sonreír
Marcho como el agua
de los ríos en su fluido caminar
Arrastrando las
miserias, los amores que nunca llegaron
Los buenos momentos,
los te quiero
*
Desnudo llegue y
con sencilla vestimenta me marchare
Donde habita el
olvido, en la nada en el vacío
Y seré fugaz luz,
porque tú me olvidaras también
No es reproche… tan
solo tiempo, mucho tiempo
Ausencia eterna
donde van los desaparecidos
*
Nada tengo, nada
contare, porque las palabras se quedaron contigo
Echas de viento al
viento pertenecen
Este en su continuo
deambular, las ira perdiendo
Quizás creas verme
entre la gente caminar y sea cierto
O tan solo deseo
*
Amaras y me
desamaras
Conocerás y me olvidaras
En las noches frías
lloraras… quizás
Impotente en mi
noche eterna, nada podré hacer
*
Y morir no ha sido
el peor acto
Ni el más doloroso
Sino saber que
estas y que tu rostro se desvanece de no verte
Mis manos frías de
no tener las tuyas
El gesto grave, por
que no encuentro tu risa
Los labios yermos de
no sembrar besos
Que ya no recogen
*
Que diré a los Dioses en mi favor
Si ya no ando en tu
boca
Ni en la memoria de
tus cosas
Si el viento y el
tiempo
La bruma en la
mañana, se llevaron todo
…Y no dejaron nada
Epi
Nada queda y nada somos, podríamos decir, aunque me gusta pensar que la inmortalidad habita de alguna manera en nosotros, y que cuando nos vamos, simplemente cambiamos de estado.
ResponderEliminarMuy bellas palabras..., son para reflexionar.
Un abrzo
Hola Silvia, como siempre un placer, leerte por estos lares... Cierto algo queda, pero en los que se quedan aquí, y en el resto la esperanaza de continuar de la forma que sea en el plano que se sueña. Llaves simples, enendido ahora apagado
ResponderEliminarUn abrazo niña y a seguir bien los 2+1